𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 9

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~Narra Aitana~

Me tumbé en la cama para intentar relajarme pero  fue en vano porque lo único que conseguí fue acumular más rabia y acabar dándole puñetazos a una de las almohadas de mi cama
Cuando ya me hube relajado lo suficiente como para poder estar sentada sin ganas de arrancar cabezas cogí la foto que tenía en la mesilla, esa foto…
Aitana: ¿por qué? – dije mirando la foto con rabia -  ¿Por qué a mí?
Cuando llegó Ana a la habitación, me encontró echa una bolita en una esquina de la cama abrazada a un marco que habría visto mil veces y que nunca le habría dado importancia hasta hoy
Ana: Aiti – se sentó en la cama mirándome aunque yo no moví ni un dedo, no tenía fuerzas para nada ahora mismo solo tenía ganas de cortarme las venas de una puta vez y dejar de estar sola de una vez por todas – vengo a disculparme en nombre de los tres – me encogí de hombros escondiendo más la foto. Le he fallado, prometí no volverme a mostrar débil y eso estoy haciendo – lo sentimos enserio
Aitana: da igual Ana – dije levantándome de la cama, poniendo la foto en su sitio y metiéndome en el baño a lavarme la cara para fingir, como siempre
Ana: ¿Quiénes son? – dijo entrando en el baño con la foto que momentos antes había dejado en la mesilla en la mano y mirando detenidamente a las personas que la componían
Aitana: nadie – salgo del baño sentándome en la cama y cogiendo el móvil
Ana: ¿son tus padres? – que pesada, asiento porque sé que hasta que no la conteste no va a parar – pues son muy guapos – me encojo de hombros, tampoco es que los recuerde mucho porque llevo aquí encerrada siete años sin salir ni en verano así que – ¿por qué no me has hablado nunca de ellos? – dice sentándose a mi lado y dejando la foto donde la había puesto yo
Aitana: porque no hay nada que contar de ellos
Ana: ¿cómo se llaman?
Aitana: ¿qué más da?
Ana: jo no sé solo quiero saber un poco más de ti, no sé nada salvo lo esencial y llevamos compartiendo cuarto desde los diez años
Aitana: no necesitas saber nada más y es mejor que no sepas nada más así el día que desaparezca no me echarás de menos ni siquiera te acordarás de mí, es lo mejor - dije levantándome de la cama y poniendo fin a la conversación
Ana: Aiti
Ana: Ana no
Después de eso nos quedamos las dos en silencio, cada una en su cama y a lo suyo. No me gusta abrirme a la gente ni contarle mi vida, lo único que van a hacerme es daño y jure que nunca jamás iba a dejar que me lo volvieran a hacer así que con un simple buenas noches apagué mi luz quedando en penumbra y me acosté de cara a la pared
Mañana será un día mejor, o eso espero

𝕾𝖎𝖓 𝖇𝖚𝖘𝖈𝖆𝖗𝖙𝖊 𝖙𝖊 𝖊𝖓𝖈𝖔𝖓𝖙𝖗𝖊́Donde viven las historias. Descúbrelo ahora