𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 30

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~Narra aitana~

Aitana: ¿de dónde has sacado eso?
Ana: y eso que más te da
Aitana: y por qué tiene que ser mío
Ana: porque esta habitación es de las dos y mío obviamente no es asi que tu dirás
Aitana: no es mío – mentira si lo es
Ana: para que lo quieres – la miro flipando, es un poco obvio creo yo – Aitana por dios no hagas ninguna gilipollez de la que luego te puedas arrepentir
Aitana: tu tranquila que arrepentirme no me voy a arrepentir – dicho esto la arrebaté las cuchillas de la mano y me metí en el baño cerrando con pestillo
Ana: Aitana no hagas nada por dios – dijo aporreando la puerta desde el otro lado. Como paso de ella y la ignoro da más fuerte a la puerta
Aitana: QUE ME DEJES EN PAZ ANA
Ana: abre la puerta por dios
Paso de ella y me meto en la ducha, sin yo poder evitarlo acabo pensando en cómo sería mi vida si dejara que Luis me ayudara, o si me deshiciera de aurora de una vez por todas
~Narra cepeda~
Cuando por fin pude llegar a casa no me imaginé lo que me esperaba esa noche, cené como todos los días con Roi y vimos una película que por suerte me tocaba a mí elegir pero justo cuando estaba empezando a coger el sueño suena mi móvil…

~Narra Cepeda~

Cuando estaba a punto de quedarme dormido empieza a sonar mi móvil, mierda. Lo busco por todos lados pero no lo encuentro hasta que ya por fin lo encuentro tirado en el suelo, lo cojo y al ver el nombre en la pantalla descuelgo rápido
Cepeda: que pasa
X: estamos en el hospital
Cepeda: ¿qué?
X: ¿estás sordo ahora?
Cepeda: qué coño ha pasado María
María: nada, mama que la ha dado un mareo súper fuerte se ha caído y se ha roto la cadera y el brazo
Cepeda: joder
María: mañana la operan
Cepeda: no jodas por dios 
María: no hace falta que vengas, solo quería que lo supieras – sé que lo dice por cumplir pero que realmente necesita que vaya allí con ella y con mis padres
Cepeda: ahora te llamo – la cuelgo y llamo al director del colegio, sé que es tarde pero necesito estar cuando la operen
Después de pedir mil disculpas por las horas y contarle lo sucedido al director conseguí que me dejara un par de días para ir a ver a mi madre así que compré el primer billete de tren que salía para allá y me acosté consciente de que esa noche no dormiría nada
A la mañana siguiente salí como una bala, no quería perder el tren. Como era demasiado temprano y Roi seguía dormido le dejé una nota pegada a la nevera dándola las explicaciones necesarias, espero llegar a tiempo

𝕾𝖎𝖓 𝖇𝖚𝖘𝖈𝖆𝖗𝖙𝖊 𝖙𝖊 𝖊𝖓𝖈𝖔𝖓𝖙𝖗𝖊́Donde viven las historias. Descúbrelo ahora