𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 23

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~Narra Aitana~

Aitana: nadie que te pueda interesar – le contesté en el mismo tono que él me lo había dicho
Cepeda: no es tu madre ¿no? – ni le contesté, solo puse los ojos en blanco y me puse a mirar el techo de la enfermería
Roi: Aitana sabemos que no es tu madre
Aitana: ENTONCES SI LO SABEIS QUE COÑO QUERÉIS DE MI – dije gritando e incorporándome en la camilla incomoda en la que estaba, estoy harta de este interrogatorio
Cepeda: relájate, solo hemos venido porque necesitamos saber cómo se llama tu madre, tu madre de verdad
Aitana: ¿y por qué os lo debería decir?
Cepeda: porque queremos ayudarte
Aitana: que más os da mi vida privada
Roi: eres insufrible chica – dice suspirando y yendo hacia la puerta que acaba de abrirse porque la enfermera amargada estaba volviendo ya
Cepeda: mira, solo queremos ayudarte así que si en algún momento estas dispuesta a que te ayudemos a reconstruir tu familia o simplemente a que estés bien avísame porque tenemos cosas que podrían interesarte – dicho esto cogió su chaqueta y salió por la puerta no sin antes despedirse de la enfermera
~Narra Cepeda~
Cuando salí de la sala lo primero que vi fue a Roi apoyado en la pared de enfrente pasándose las manos por la cara
Roi: no nos va a decir nada
Cepeda: dala tiempo la conoces mejor que yo y sabes que es una orgullosa y una rencorosa así que despacio
Roi: vámonos anda que ya nos ha dejado bastante claro que pasa de nosotros
Nos alejamos de allí hablando de nuestras cosas hasta llegar a la sala de profesores y de allí cada uno se fue a la clase que le tocaba, la verdad es que el día se me hizo corto a pesar de todo

~Narra Aitana~

Poco después de que se fueran de mi habitación me dejaron irme a mi habitación pero sé que ahora me van a tener vigilada las 24 horas del día por lo que tendré que buscar otra alternativa porque la de no comer no me va a ser útil ni efectiva ahora mismo
Con todos esos pensamientos y más acabé quedándome frita en la cama
Lo siguiente que recuerdo es a Ana despertándome
Aitana: mmmm déjame en paz – dije girándome para quedar cara la pared
Ana: vamos Aitana hay que bajar a comer
Aitana: yo no – dije escondiendo la cabeza bajo la al almohada
Ana: si Aitana tu si – niego – ¿me vas a obligar a llamar a algún profesor y que te obliguen ellos a comer? – me encojo de hombros y ahí es cuando recuerdo que había acordado conmigo misma comer porque ya tenía pensado un método más seguro de hacerlo por lo que me levanté de la cama medio dormida aun y Ana me ayudó a ponerme los zapatos y después de un rato bajaos al comedor con todos aunque como de costumbre desde hace un par de semanas me senté en mi mesa, sola y tranquila
Comí poco pero suficiente para poder recuperar algo de fuerza y salir al jardín de la residencia. Me siento en un bordillo alejado de la gente y saco mi paquete de tabaco, tengo que recargarlo me queda poco ya
Estaba tranquilamente fumando pensando en mis cosas cuando noto que alguien se acerca.

𝕾𝖎𝖓 𝖇𝖚𝖘𝖈𝖆𝖗𝖙𝖊 𝖙𝖊 𝖊𝖓𝖈𝖔𝖓𝖙𝖗𝖊́Donde viven las historias. Descúbrelo ahora