𝐆𝐡𝐨𝐬𝐭𝐛𝐮𝐬𝐭𝐞𝐫𝐬 𝐢𝐧 𝐭𝐡𝐞 𝐝𝐚𝐫𝐤

𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝗼𝗰𝗵𝗼: 𝗠𝗼𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝗶𝗻𝗰𝗼𝗻𝗰𝗹𝘂𝘀𝗼𝘀

Había ciertos lugares a los cuáles Clarisa evitaba entrar o volver a regresar.

A una escuela, a la funeraria de su familia, a aquella casa abandonada a la cual se rompió el brazo izquierdo, cementerios y hospitales.

Le parecían deprimentes y demasiados fríos.

Los mismos colores fríos, las mismas sillas incomodas y el mismo silencio dolorosamente incomodos.

Pero ahí estaba.

Viendo aquellos colores, sentada en aquellas incomodas sillas y escuchando aquel incómodo silencio que era acompañado por el sonido de las manecillas del reloj.

Familiares llorando por la pérdida de algún ser querido mientras que otros festejaban lo contrario

..

—Aquí—Ray le estaba ofreciendo un vaso de papel— sé que no te gusta mucho tu café sin azúcar pero ya no había azucar

—Gracias—Clarisa tomo aquel vaso, solamente le dio un pequeño sorbo. Algo amargo

Eran las cinco de la mañana.

—Escucha tengo que regresar adentro— Ray sonrió levemente— Janine vendrá en cualquier momento y le dije que se quedará contigo, ¿Está bien?

Hollester solo asintió y vio como se alejaba de ella otra vez

.

Janine no tardó más de veinte minutos para llegar a donde Hollester estaba.

—Ven— Janine tomó del brazo a Clary— necesitas comer y alejarte de esta depresión

Hollester solo dejo que Janine la llevara a la cafetería.

—¿No te han dicho nada sobre Winston? — le pregunto a Janine— ¿Está bien?

—Está bien—y la sonrisa de Janine era la segunda que recibías aquella noche— las mismas revisiones y seguramente se irá a la central en cuestión de tiempo

Hollester solo suspiro.

—Escucha Hollester— Janine le paso un plato con algo de comida—lo que pasó esta noche, el que Winston haya salido herido... No es tu culpa, ni fue culpa de Peter, Ray o de Egon

—Debí haber sabido que Jackie me estaba mintiendo, lo sabía desde el inicio... Es mi culpa...

—No fue tu culpa— Janine interrumpió- no pienses eso, no somos inmortales, todos los ven como personas extraordinarias que no sienten dolor o cansancio

Hollester vio a Janine.

—Hemos recibido llamadas a las tres de la madrugada o a las nueve de la mañana y no importa en donde sea... Ellos van— y Janine miro a Clarisa— ellos van sabiendo el peligro al que se exponen y tú también deberías saberlo

—Lo sé—Hollester susurro— pero supongo que es la conmoción de la primera vez que algo como esto sucede

Sintió la delicada mano de Janine en su espalda.

—Winston saldrá por la mañana— Egon apareció en el comedor del hospital —hay un fantasma a estas horas de la noche... Clarisa, ¿Puedes irte a tu departamento o puedes venir con nosotros?

Clarisa suspiro.

—Un cazafantasma termina su trabajo— Clarisa dijo con seguridad—atrapemos a este fantasma

Egon asintió, parecía estar orgulloso de las palabras de Clary.

—¿En dónde está el fantasma? — Clarisa pregunto mientras se subía al ecto