Save Me - Kookmin

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La luna se alzaba en su máximo esplendor de la noche, eran las cuatro de la mañana pero para el pelinegro, la noche recién estaba comenzando.

Salió de la casa de su amigo, camino hasta la esquina en donde estaba estacionado su auto e ingresó en este para ver al rubio cubierto con una campera.

Arrancó lo más rápido que pudo para alejarse de ese lugar. — ¿Tenes sueño Ángel?

— No...sólo que tomé un poco de más.

— ¿Por qué lo hiciste?

— Sólo...no me controle — mentira, estaba nervioso y lo sabía.

Jungkook sonrió mientras manejaba, ¿Quién diría que Park Jimin lo haría sentir de esa forma?

— ¿A dónde querés ir Minnie?

Luego de pensarlo unos minutos, decidió el lugar — A la playa.

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Jungkook encendió el estéreo de su auto, ahora se encontraban camino a la playa.

¿Por qué ir allí cuando tenían otras opciones? No lo sabía, pero él iría a donde Jimin quisiera.

Aún era de noche, no había gente en la calle más que aquellos que salian de fiesta o simplemente a tomar algo a algún bar.

Su corazón latía fuerte, el de ambos lo hacia. Jimin no podía dejar de ver la ventana, tenía unas cuantas copas de más en su organismo, pero ¿qué importaba?

La playa no estaba muy lejos de donde ellos estaban, sólo era un viaje de unos cuantos minutos, aún asi... esos minutos se hacían eternos para ambos.

— ¿Y esa canción? — preguntó Jimin.

— ¿No te la enseñé nunca?

El rubio escuchó atentamente y negó con la cabeza — Creo que sólo la escuche en el recital aunque no recuerdo muy bien.

— PCH — que conveniente...— ¿Por qué elegiste ir a la playa?

— ¿No te gustaría ver el amanecer juntos Koo?

Jungkook sonrió, el rubio lo tenía como quería y eso le gustaba — Muy bien Ángel, veremos el amanecer juntos.

Una vez en la playa ambos miraron el mar desde adentro del auto, ninguno salió de ese lugar.

— Corre mucho viento y hace frío como para salir — Jimin se tomó la libertad de romper el silencio.

Jungkook asintió con la cabeza y luego recordó todos los momentos que habían tenido ese día.

— Entonces...ver el amanecer.

— Kook...

El pelinegro lo miró — ¿Si?

— Ya cállate.

Una sonrisa de costado apareció en su rostro — Vas a tener que callarme Ángel...

Y ahí estaba, ese tan ansiado momento.

Sus labios se unieron, manejaban la misma intensidad que esa tarde, manejaban la misma intensidad que ese cruce en el baño. Ambos podían saborear el gusto a alcohol de la boca del otro, y eso lo volvía más interesante. Para cuando ambos se dieron cuenta, se encontraban en su tercer situación del día.

Jungkook cortó el beso por unos segundos, sus respiraciones eran agitadas y los vidrios del auto de a poco empezaban a empañarse — ¿Aquí? ¿Estas seguro Ángel?