Save Me - Kookmin

Hospital⚠️

Media hora después logró escuchar la voz de Joy ingresando al hospital a los gritos junto a Bereum y...¿el padre de Namjoon? Escena horrible de ver.

Se escondió para que no vieran en ese lugar, sabría que sería complicado si lo hacian y no estaba en forma para dar explicaciones, con suerte podría formular palabra alguna sin tartamudear o llorar, con suerte respiraba bien.

Joy ya se encontraba allí, ya no había más por hacer en ese lugar.

Se levantó se su asiento, caminó hasta su auto e ingresó en este. Su cabeza se posicionó sobre el volante mientras intentaba respirar normalmente, no podía.

Encendió el auto y lentamente se dirigió a su casa en donde se encontraban sus padres aún despiertos, esperando por él o por Jimin...¿Quién les iba a decir que Jimin no iba a volver?

Christy lo vió y lo abrazó, aún no lograba romperse por completo, aún le costaba respirar.

Se dirigieron a la cocina esperando a aud su hijo les dijera algo, pero este sólo se quedó observando el vaso de agua que había en la mesada.

— ¿Cariño...? — Christy comenzó a hablar — ¿Por qué me pediste el número de Joy?

Y ahí estaba...Jungkook no levantaba su cabeza pero sus padres pudieron escuchar sus sollozos.

Christy fue a abrazarlo de nuevo pero jamás imaginó ver o escuchar lo que estaba sucediendo en ese momento. Jungkook se había roto por completo.

Su llanto era algo muy desgarrador, era horrible tener que escucharlo de esa manera. Se tocaba el pecho, la falta de aire resultó ser el ahogo de un llanto enorme.

Lo único que podía pronunciar era una pregunta "¿Por qué?"  Sus padres lo escuchaban, escuchaban cada grito que lanzaba al aire, escuchaban todo. Estaba roto. Tenia miedo de perderlo para siempre, no quería una vida sin Park Jimin a su lado.

Luego de media hora cayó rendido en la mesa, sus padres seguían aún con él luego de repetirle reiteradas veces que soltara todo, que no dejara nada de ese sentimiento que lo ahogaba dentro de él.

Eran pasadas las 9 de la mañana, ya había amanecido. El pelinegro tenía un gran dolor de cabeza, dolor de ojos, dolor de todo. Finalmente se había calmado, había largado todo lo que lo agobiaba pero aún quedaba algo por hacer: contar lo que había sucedido y ver una forma de ir al hospital para ver a Jimin.

Luego de contarles lo que había sucedido a sus padres, un gran silencio inundó la cocina. No podían creer lo que estaban escuchando. Jamás hubieran pensado que Jimin haría eso. No su Jimin, el chico alegre que llenaba de luz esa casa.

— Debemos ir a verlo — comentó Sandy.

Christy se encontraba llorando, amaba a Jimin como si fuera un hijo suyo, desde que había llegado a sus vidas había notado un gran cambio en su hijo, un cambio del cual ella estaba feliz.

— Si...tenemos que ir a verlo.

— No es tan fácil — comentó Jungkook frenando a sus padres — hay que esperar.

— ¿Esperar a que hijo? Jimin nos necesita.

— Créeme que lo sé papá, pero no es tan fácil. Si vamos ahora eso sería decirle a todo el mundo que yo fui quien encontró a Jimin y eso sería dar muchísimas explicaciones y no quiero sumarle problemas ahora.

Tenia razón, era un buen punto. Afortunadamente para ellos, el celular de Jungkook comenzó a sonar.