- Sᴀᴠᴇ ᴍᴇ 🖤🚬 - Kookmin au
"Y todo cambia cuando de repente aparece esa persona en tu vida...y te salva".
Lo que no esperaba Park Jimin era que Jeon Jungkook, el chico guapo del grupo al cual no debía acercarse, sería quien lo salvaría reiteradas...
Finalmente era viernes, el día de la consulta con el terapeuta. Jimin se encontraba en la sala de espera junto a Jungkook, quien en ningún momento soltaba la mano del rubio. Ya se había acostumbrado a tenerlo así de cerca cada vez que debía ir al consultorio, era su forma de demostrar que estaba ahí por su Ángel, y que no lo dejaría sólo en ningún momento.
— Park Jimin.
Se levantó de su asiento de la sala de espera dejando a Jungkook allí, e ingresó al consultorio.
Todo marchaba bien, las sesiones iban por un buen camino, tan así que a Jimin ya no le molestaba ir, era su momento para descargarse y lo aprovechaba al máximo.
— Um...hay algo que quiero comentar.
Su terapeuta lo miró — ¿Qué sucede? ¿Está todo bien?
— Hay una fiesta mañana en la casa de Kim SeokJin y...
— Y querías saber si podías ir. — terminó la oración sacándole las palabras de la boca al rubio. Conocía a Jin por nombre, conocía a todos sólo por nombre debido a su paciente.
— ¿Podría?
— No lo sé Jimin, tú deberías responder a esa pregunta. ¿Podrías ir y sentirte bien con eso? ¿Podrías ir sabiendo que seguramente esté Namjoon presente?
Esas preguntas se quedaron haciendo eco en su cabeza por unos segundos. ¿Podría hacerlo?
— Yo...
El señor negó con su cabeza — No es algo que debas responder ahora Jimin, es algo que debes sentarte a pensar, y si ves que no podes afrontar eso aún, entonces mi consejo sería que te quedes en tu casa. — El rubio asintió un poco desilusionado. — Pero...— Había un pero — Si ves que podes ir y enfrentarlo, entonces no veo ningún motivo para que no vayas a esa fiesta.
Dicho eso, el rubio salió del consultorio, su sesión había terminado y ahora sólo tenía una tarea: pensar que era lo mejor para él.
— ¿Estás bien? — le preguntó el pelinegro.
Jimin asintió — Si...si, es solo que debo pensar que hacer con la fiesta.
— ¿Entonces te dejó ir?
— Lo hizo, pero antes quiere que piense en unas cosas que me dijo, y luego de eso, debo decidir — respondió.
Jungkook le dió un beso en su frente y le sonrió — Yo te debo algo Ángel.
Jimin lo miró extrañado — ¿Y qué es?
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