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Los días pasaron pero Hongjoong aún no lograba hablar con él, siempre que intentaba o se iba más temprano o en compañía de alguien haciendole que decir algo sobre el tema fuese más complicado.

—Sigo sin comprender porque dejaste las clases privadas de inglés, eso de que al final dijo que no las necesitabas no me cuadra. —Habló Yeosang sentado en la banqueta con su mejor amigo.

—Pues porque lo único cuadrado aquí es tu sonrisa. —Contraatacó ya que no quería hablar del tema.

—Pues es la sonrisa más bonita que hay.

—Cállate Yeosang... Aún no entiendo porque siempre tienes que traer a tu novio a todos lados. 

Desde que Yeosang era novio de Seonghwa se la pasaban juntos el mayor tiempo posible, no le molestaba pero le causaba ciertos celos por no tener a una pareja... Se sentía un mal tercio.

—Ya no peleen, si quieres que se vaya puede hacerlo... —Habló el rubio al creer que le incomodaba aquella presencia con ellos.

—Pero Sang yo no quiero irme. —Hizo un puchero para evitar que su pareja le obligará a retirarse.

—No se preocupen tortolos, yo me voy. —Se levantó sacudiendo un poco su pantalón. —Nos vemos mañana.

Comenzó a caminar sin hacer caso a las palabras de su amigo por acompañarlo pero realmente no quería, le serviría un momento a solas.

Estaba tan perdido en sus pensamientos que ni siquiera se dió cuenta en que dirección caminaba, cuando por fin salió de su trance miro a sus alrededores notando que estaba cerca de la zona donde su profesor vivía.

—De todos los lugares ¿Por qué aquí?—Se dió un golpe en la frente, dió la vuelta dispuesto a volver a casa pero al hacerlo chocó con alguien haciendo que cayera al suelo de sentón y torciendo su tobillo.

—¡Maldición! ¿No puedes tener más... ¿Qué haces aquí Kim?—Detuvo su primera pregunta haciendo de inmediato otra. —No respondas, no me importa.

Al pelirrojo le dolía la indiferencia que tenía hacia él. Se levantó del suelo mientras quitaba el polvo que tenía y envitaba quejarse por el dolor que tenía.

—Vine a ver a alguien que vive por aquí, más no a usted. —No quería hablar de tal manera pero tampoco podía seguir perdiendo su dignidad por alguien que no quería dirigirle la palabra.

A Mingi le sorprendió la manera en que le hablo, su orgullo era muy grande pero quería que el menor siguiera insistiendo por lo menos un poco más y al parecer ya no lo haría.

Sin decir nada comenzó a caminar rodeando a Hongjoong, las ganas de correr se habían disipado así que volvería a casa a dormir.

—¡Ah!—Escuchó un leve quejido del menor haciendo que volteara a verlo, noto como al tratar de caminar no podía hacerlo ya que parecía haberse lastimado.

'¿Vas a dejarlo que se vaya así?'

'Es su problema por ser torpe.'

'¿Quién chocó con él?'

'Yo... Pero...'

'Si te hubieses fijado no se habría hecho daño, así que ayúdalo.'

La 'discusión' que tuvo en su mente le había casi obligado a volver a caminar hasta él, aunque no podía negar que esa era la excusa perfecta para estar cerca de Hongjoong.

—¿Te ayudo?—Puso sus manos en los hombros del pelirrojo pero aún mantienendo su semblante serio.

Por otra parte Hongjoong se quedó atónito ya que no esperaba a que él regresara y menos para ayudarlo, sus mejillas se encendieron coloreandolas de un color rojo y más al oír aquella voz tan cerca de él.

—E-Estoy bien. Llamaré a... —Si lo pensaba tenía en mente llamar a Yeosang pero seguramente estaría tan empalagoso por estar con Minho así que esa no era una buena idea. —Llamare a San Hyung.

La sangre de Mingi hirvio de celos, había visto como aquel chico abrazaba a Hongjoong, como estaba muy junto a él y eso le causaba molestia... Borrar lo que sentía no era tan sencillo como decirlo.

—Has lo que quieras entonces. —Quitó sus manos para volver a darse la vuelta apretando sus puños.

'Te dije que era mala idea.'

Bufó molesto dando pasos largos, quería alejarse de él cuanto antes.

Hongjoong espero alguna otra palabra pero cuando ya no sintió el tacto ajeno se dió vuelta de manera rápida viendo como Mingi se iba... Se sintió tan tonto, había sido la oportunidad perfecta pero la desaprovecho.

—¡Mingi!—Gritó con fuerza esperando a que se detuviera pero no lo hacía, como pudo comenzó a 'correr' detrás de él, no podía dejar las cosas así. —¡Por favor espera!

Al oír la voz más cerca de él aumento el ritmo de sus pasos, no iba a perder su dignidad por un niñito pero olvidaba que ese 'niñito' lo volvía loco a tal grado de no querer compartirlo con nadie.

—¡Por favor Mingi, espera!—Tuvo que tragarse cada quejido de dolor pero finalmente llegó hasta él colocándose en frente.

—¿Qué es lo que quieres Hongjoong? Espera a que San... —Sus palabras fueron calladas de la manera menos esperada para él.

Hongjoong lo besó...

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