Clases Privadas

11°

Hongjoong lo besó...

Primero Mingi no movió sus labios, se quedó atónito ante ello ¿Qué debía hacer? ¿Rechazarlo? ¿Seguir el beso? En ese momento supo que hacer... Mandar a la mierda sus pensamientos y corresponder. Pasó sus manos por la cintura del menor mientras trataba de pegarlo más a él y Hongjoong pasando sus manos por el cuello.

Maltrató los carnosos labios dejando algunas mordidas, explorando aquella cavidad bucal que tanto deseaba probar de nuevo desde aquella vez.

Se separo mirando los labios del pelirrojo notando como estos estaban algo hinchados. —¿Y por qué ese beso?

—¿Aún no quedó claro?—Denotó un poco de arrogancia en sus palabras pero con una sonrisa en sus labios.

—No, aún no. —Cargó al menor para poder llevarlo a su casa. —Iremos a la casa por mi coche—. Sabía que lo que sentía estaba mal, que no era permitido tener esos sentimientos por su pequeño, ¿qué pasaría si alguien más se enteraba de eso?

—Gracias—Hongjoong se acurrucó escondiendo su rostro en el pecho de Mingi mientras inhalaba su fragancia.

Pasaron varios minutos cuando el pelimorado camino hasta que llegaron, entró depositandolo en el sofá.

—Ire a cambiarme—Se acercó dejando un pequeño beso en los labios mientras subía rápidamente para hacer lo que había dicho.

En ese momento Hongjoong pudo observar nuevamente el interior de aquella casa, seguía tal y como la recordaba, aunque únicamente habían pasado días desde la primera vez que estuvo. —Estoy listo. —Tomó las llaves para volver a cargar a pelirrojo mientras él aceptaba. Salieron y le ayudo a entrar en el lado del copiloto y finalmente Mingi subió del lado del conductor.

—¿En dónde vives?—Era mentira que no sabía dónde vivía ya que una vez lo siguió pero no debía decir eso, pensaría que era un acosador o algo así.

Hongjoong dio la dirección, el dolor se estaba disipando pero guardaría silencio ya que la compañía se él le hacía muy bien.

—¿Cómo te sientes?—Cuestionó Seo aún teniendo la vista en el camino.

—Aun duele un poco pero ya me siento mejor. —Volteó a verlo con una tierna sonrisa.

—Sabes que no me refiero a eso... — Cuando un semáforo marco en rojo se detuvo esta vez también volteando a verlo.

—No se a que te refieres. —Dijo confundido.

—A este momento, juntos, ¿ya te decidiste?—Tuvo que quitar la mirada de él para seguir conduciendo.

—Pues es agradable estar junto a usted. —Comenzó a jugar con sus manitas algo nervioso.

—¿Sólo eso? ¿No hay algo más que decir?—Apretó un poco el volante con ciertos nervios, él esperaba alguna otra respuesta.

—Si, eso es todo—Volvió a mirar a su profesor con confusión al ver que se estacionaba y una vez que el auto pero no dirigió su mirada a él. —¿Todo bien?

—¿Me quieres?—Una pregunta salió de sus labios, Mingi necesitaba la respuesta a esa pregunta.

Hongjoong al instante pareció tensarse, no sabía si lo quería o no, solo sabía que su presencia era reconfortante y que no se sentía incómodo cuando los dos estaban juntos sin nadie a su alrededor.

—¿No vas a contestar?—Poco a poco giro su cabeza para conectar miradas pero las palabras siguieron sin salir de la boca del pelirrojo.

Mingi suspiró con cansancio.

—Sabes Hongjoong, me gustas y te lo he dicho, te quiero y eso es más que obvio. Si tú no me quieres, ¿por qué mierda me besaste? ¿¡Crees que soy tu juguete!? Al que puedes tener cuando quieras a tú dispocisión?!

Este lo miraba con ojos aterrados por el tono que estaba utilizando, sentía miedo pero no podía decir algo, parecía que en su garganta las palabras de habían atorado.

El coche fue encendido de nuevo y fue puesto en marcha, el ambiente se sentía agobiante. Varios minutos después llegó a la casa de su estudiante.

—Baja. Lograrás caminar tú solo hasta la puerta. —Su voz sonaba apagada, por un momento había creído que las cosas cambiarían y que quizás solo quizás podrían intentarlo.

—Gracias. —Acomodó su mochila y abrió la puerta para comenzar a salir.

'Vamos Hong, solo dime que me quieres, dime que me necesitas y por ti mandaré todo a la mierda incluyendo mi orgullo.'

—Nos vemos mañana, profesor Song. —Fueron las únicas palabras pronunciadas antes de que cerrara la puerta.

'La volviste a cagar Hongjoong.'

Volvió a encender el auto y aceleró sin voltear a verlo, se sentía estúpido... Por confiar sus sentimientos en alguien que no los valoraba. El pelirrojo se quedó parado en la acera viendo como el coche se alejaba poco a poco hasta desaparecer.