Namjoon ama viajar, cualquier atisbo de aventura y descubrimiento basta para que empaque maletas y emprenda vuelo, el turno esta vez es para Rumania en donde encontrará más que recuerdos y souvenires; cuando el pasado le habla y busca salir a la luz...
Namjoon despierta entre las mullidas mantas absolutamente descansado, ha soñado con Jimin y Taehyung correteando felices en la nieve por las calles de Sighisoara y con Jin tomando su mano, despierta con una sensación de felicidad que recorre su cuerpo. Sin desayunar se acomoda en el piso y sigue categorizando las fotografías, no lleva más de media hora en la tarea cuando ve una foto de un pelotón del ejército, en ella hay 8 muchachos impecablemente uniformados y orgullosos sosteniendo sus armas posiblemente sin haber disparado una sola bala, no le es difícil identificar a Park Jimin era el más bajo pero ciertamente el más apuesto que lastima que no pudo ver más que el horror de la guerra.
De nuevo un par de golpes en la puerta lo entretienen de su labor y se levanta para dar paso de nuevo a Seokjin con una bandeja llena de comida —no bajaste a desayunar y ya es tarde, tienes que comer Namjoon—es la primera vez que Seokjin se dirije a él por su nombre y solo baja la cabeza mientras el rubio le está dando un sermón digno de Agust D y no puede evitar reirse, al levantar la vista Jin esta haciendo un puchero que no hace más que acentuar su risa y toma la bandeja —No tenias que hacerlo Jin, ya mismo voy a comer. Mira encontré una foto de Jimin— las palabras silencian el rap de Jin y se acomoda junto a Namjoon en el piso mientras le roba una manzana y le da un mordisco, Namjoon se pierde en la visión de un Jin relajado a su lado comiendo pero evita mirarlo demasiado cuando se da cuenta que las orejas de Seokjin se están poniendo rojitas, como siempre que se avergüenza.
—Tengo que volver al lobby pero regreso más tarde, más te vale haber comido Kim Namjoon– El moreno suspiró y sonrió dejando ver sus bonitos hoyuelos, en lenguaje de Kim Seokjin que lo obligara a comer era casi como una declaración de amor y con el estómago lleno se dispuso a seguir su trabajo de organización, había encontrado todo tipo de fotografías de los Park y de la guerra, otros rostros sonrientes y embarrados en medio de las trincheras, vio paisajes hermosos y rostros tristes y demacrados de hombres luchando por idiotas que sólo movían los hilos mientras la sangre de otros se derramaba. Se frotó los ojos con cansancio y vio como Jin habia regresado esta vez con el almuerzo para ambos, en silencio comieron y Namjoon se derretia porque sabia que Jin había cocinado y eso era más de lo que había esperado; depronto ambos pusieron su mano sobre una de las últimas fotos en donde aparecían 3 soldados uno de ellos tenia cabello oscuro ondulado y una sonrisa hermosa.
–Wow, que muchacho más hermoso– —No tanto como tú—
Sus manos se separararon como por un choque eléctrico y ambos miraron concentrados el nombre en la parte blanca de la fotografía:
Kim Taehyung, 1914
Namjoon juntó ambas fotos de los muchachos enfundados en sus uniformes militares y por primera vez los vio juntos, ambos nombres tenían un rostro al fin, y al verlos así sintió en su corazón la necesidad de contar su historia en su mente resonaron las voces de ambos muchachos diciendo "cuenta nuestra historia o jamás existiremos" y se prometió allí mismo que haría todo lo posible para que Kim Taehyung y Park Jimin se convirtieran en mucho más que un par de nombres en una tumba.
Seokjin al parecer se había contagiado de la curiosidad de Namjoon y estaba bastante entretenido mirando las anotaciones de las fotos en el respaldo de cada una y así le informó al moreno que Jimin había combatido protegiendo las tierras transilvanas contra Serbia y Taehyung había luchado en el frente de Varsovia. Esta información dejó absorto a Namjoon ni siquiera habían luchado juntos, cómo era posible que hubieran terminado enterrados juntos; el dolor de cabeza se hizo presente y también la mano de Seokjin sobre su muslo.
—Sea lo que sea, si está en mis manos voy a ayudarte— Namjoon abrazó a Seokjin y sorpresivamente este respondió con la misma intensidad.
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Kimchicitos de mi kokoro, otro pedacito de esta historia para ustedes con mucho cariño, disfruten y comenten. Picos de Jin shining through the city with a little funk and soul
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