La video conferencia había sido más rápida de lo que había pensado. Eran las 10:25 de la mañana y recién había terminado la pequeña junta con mi jefe y algunos compañeros. Por suerte, había podido ocultar las evidentes marcas que JungKook con esmero había dibujado en mi piel la noche anterior con un poco – 3 malditos kilos – de maquillaje.
Dejé la computadora sobre la mesa de noche y me deshice de la liga que sujetaba mi cabello cuando termine de limpiar la piel de mi cuello con una de mis toallitas desmaquilladoras, retirando también la blusa de botones que improvisadamente había utilizado. En cámara me miraba profesional, fuera de ella, daba risa, porque de la cintura hacia abajo estaba en total pijama e incluso en la cama, con un JungKook abrazándome por el estómago y su cara escondida en mi estómago mientras dormía.
Por suerte la cámara grababa de mi pecho en adelante, dejando a JungKook tranquilo en su lugar.
Moví a JungKook un poco por el hombro para que pudiera soltarme y poder acostarme nuevamente. Por qué a pesar de que había terminado temprano la pequeña junta, habíamos empezado a las 7, por lo que tuve que levantarme a las 6 para medio arreglarme y ocultar la firma de Jeon sobre mi cuello.
Los ojos hinchados de JungKook fueron a mi dirección, buscando mi rostro, fallando en el intento por la luz que golpeaba a horrores sus ojos a pesar de ser muy suave ya que estaba nublado.
—¿Qué horas son?— su voz ronca por el adormecimiento sonó baja en mi dirección intentando abrir un solo ojo, acomodándose en su lugar hasta quedar con los codos recargados en la cama con el cabello más alborotado que de costumbre. —¿Acabaste ya?—
Sonreí por lo tierno que se miraba, y sacudí su cabello acostándome a su lado, tirando de su brazo para que me abrazara. Hoy tenía ganas de que me hiciera cariños. Y no tardó en comprender porque ya me estaba acomodando contra él en un abrazo alrededor de mi cintura y escondiendo su rostro en la unión de mi pecho y cuello.
—Son casi las 10:30, pero quiero dormir un poco. Me desperté temprano por tu culpa.— le acusé, recibiendo una queja desde su garganta por lo bajo.
—Lo siento, _________. Te haré otro café cuando nos levantemos.— su aliento chocó en mi cuello provocándome cosquillas, pero no le tomé importancia cuando lo abracé por los hombros y comencé a acariciar su cabello.
—Está bien, solo procura no hacerlo cuando tenga juntas al día siguiente, Kook.— rodé los ojos pero lo dejé pasar. Hablaría después con él sobre esto. En serio que no me gustaba la idea.
No obtuve respuesta de regreso, y la verdad es que no la esperaba, solo quería dormir un poco más, y lo iba a lograr cuando los minutos comenzar a avanzar sin importancia. Cualquier pequeño sonido proveniente de afuera de la ventana me están resultando relajante.
Mis ojos se sentían pesar cuando pude concentrarme más en mi alrededor. Me agradaba la sensación cálida que todo estaba brindando para que pudiera tener un buen sueño con forme pasaba el rato.
El sonido de las ramas de los árboles afuera era tranquilizados, el silencio de la habitación lo era también, algunos pájaros a lo lejos eran un sonido armónico que endulzaba los oídos al instante en lo más relajante del mundo, el clima levemente nublado era acogedor y el calor de las cobijas era reconfortante. La respiración pesada sobre mi piel era amena y calmada, inundándome en el mismo sentimiento. Incluso un repentino aroma suave a naranja y madera que podría jurar provenía de JungKook.
Nunca había olido algo así en él, ni siquiera sabía que utilizaba algún perfume ya que nunca le había visto usar alguno, pero olía exquisito, viril y suave. Era tan suave y agradable el aroma para mi nariz que estaba provocando que el sueño llegara con más intensidad.
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• LOBO NEGRO • 》Jeon JungKook y Tú《 *EN EDICIÓN
FanficKim ________ desde pequeña tenía el sueño de toda niña: casarse con un principe azul, tener 5 bebés y una casa de ensueños con 4 mascotas diferentes. Sin embargo, a medida que fue creciendo, se dió cuenta de que la vida no es más que aburrida, sin n...