• XIX •

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Es que enserio a mí me gustaría seguir durmiendo, pero aquí estaba, a las malditas 3 de la madrugada tratando de no salir a gritarles a Nam, YoonGi y JungKook que bajaran el volumen de sus risotadas, y al parecer no era la única. SeokJin estaba parado en el marco de la puerta de su habitación con el rostro hinchado por el sueño, y totalmente furioso. Sus pantalones de pijama y su camisa negra de resaque estaban mal acomodados en su repentino despertar.

Volteó a verme cuando se dió cuenta de mi presencia igual de  molesta por igual y sin decir ninguna sola palabra ya nos encontrábamos bajando las escaleras a pasos pesados y furiosos decididos a reclamar.

NamJoon había comprado cervezas, soju y lo que precian dos botellas de vodka diciendo que tenía ganas de hacer hamburguesas estilo americano en la parrilla que se había esmerado en limpiar el día anterior por la tarde. Sin embargo, 3 botellas de soju, una botella de vodka y casi la mitad de la otra, posaban sobre la mesa de centro de la sala junto con una bolsa de snacks casi por terminar.

—¿No pueden bajar un poco el volumen de su voz?— la voz ronca de Jin hizo acto de presencia, entonces los tres chicos voltearon a vernos.

NamJoon estuvo serio enseguida, mirando atento los movimientos de su delgado novio con miedo en los ojos. YoonGi por su parte, solo había abierto los ojos para mirarnos, y después los había vuelto a cerrar recargando su cabeza en el respaldo. JungKook solo nos miraba confundido.

Su mirada perezosa se fue directo a Jin, y después de posiblemente comprender que acababa de despertar, entonces volteó a verme, con la cabeza ligeramente tambaleante.

—Estamos intentado dormir. Tengo que levantarme temprano por una conferencia online y _______ tiene trabajo en la mañana.— esta vez la voz se alzó en dos grados de volumen más demostrando que no estaba de juego.

—Estoy a nada de patear sus traseros fuera de la casa si no se callan.— amenacé en voz alta sintiendo mi cabeza doler de la molestia mientras abrazaba mi cuerpo por la pijama delgada. Mi shorts y mi blusa de tirantes no estaba ayudando en nada y solo me hacía recordar lo molesta que estaba por no estar en la calidad de la cama.

Realmente estaba molesta, y ni siquiera estaba demostrándolo.

—¿Saben qué? Ya es suficiente.— SeokJin se movió en su lugar acercándose a NamJoon tomándolo de la muñeca para levantarlo de su lugar un poco brusco, pero con cuidado de que no fuera a caerse. —YoonGi se está durmiendo y ustedes también lo harán. JungKook, ve a dormir, ya es tarde.— la voz amenazante de Jin hizo efecto enseguida, haciendo que JungKook se levantara tambaleante de su lugar.

YoonGi solo se mantenía en su lugar, y pareciera que estaba entrando en un sueño profundo. ¿O sí seguía despierto?

—¡YoonGi, levanta ese culo con pulgas!— grité, sintiendo molestía de su parte al quererme matar con su mirada. —No me mires así, ustedes nos despertaron a nosotros, y créeme que yo sí tengo ganas de matarte a ti.— mi ceño fruncido retaba al de YoonGi en una pequeña guerra que comenzamos ambos, pero había optado por levantarse de su lugar y desaparecer por las escaleras después de una risa ebria y socarrona.

Aunque estaba molesta, no había quitado la preocupación que abundó en mí cuando YoonGi estuvo a punto de caer por las escaleras en un mal paso, pero se repuso enseguida, levantándonos el dedo corazón a SeokJin y a mí.

Me molesté más, decidida a golpearlo, pero detenida por un abrazo de JungKook detrás de mí diciendo que los perros no eran iguales a los lobos mientras soltaba alguna risa extraña.

Bufé, moviendo un brazo de él sobre mis hombros para yo pasar uno detrás de su espalda y ayudarlo a mantenerse de pie por las escaleras. Jin y NamJoon iban tras nosotros, pero podía sentir las manos de NamJoon empujando la espalda de JungKook porque le urgía subir rápido al baño, haciendo un sonido horrible a causa de las arcadas por las cuales Jin comenzó a regañarlo.

• LOBO NEGRO • 》Jeon JungKook y Tú《 *EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora