{flashback}
*TIC TAC* *TAC TAC*
Lo único que puedo oír es el sonido de un reloj. Abro mis ojos lentamente y veo que unos ojos color miel me miran con atención.
-Hola Samy.- Dice Zack con una sonrisa que deja ver sus dientes blancos y perfectos-.
-Hola Zacky.- Le digo ignorando completamente el terrible dolor de cabeza y contemplando la maravillosa vista que tengo ante mis ojos-.
Pequeños recuerdos de la noche anterior invaden mi mente. No logro recordar todo, pero sí pequeñas partes. Ayer fue mi cumpleaños número 17 y Zack y Germain decidieron hacerme una "pequeña fiesta" en la casa de Zack. Después del primer trago no recuerdo casi nada.
-¿Por qué estoy en tu cama?- Digo mientras analizo la situación.-¿! Y por qué estoy en ropa interior¡?-Ignoro el terrible dolor de cabeza que tengo y me siento rápidamente en la cama mientras me cubro hasta los hombros con las sabana-.
No tengo ni la más mínima idea de por qué estoy en la cama de Zack y mucho menos porque estoy semidesnuda. Zack se sienta y me mira. Para mi sorpresa él está vestido... bueno por lo menos esta vestido de la cintura para abajo.
-Tranquila -Dice él tratando de aguantar las ganas de reír-. No pasó nada de lo que estás pensando -Pasa una de sus manos por su cabello tratando de ordenar esos despeinados mechones que caen por su frente-. Creo que el alcohol y tú no son una buena combinación -hace una pausa- No haría nada malo sin tu consentimiento.
-¿Y por qué estoy en ropa interior? -Digo con algo de preocupación-.
-Como dije, el alcohol y tú no son una buena combinación, -dice mientras se levanta y busca algo entre sus cajones- vomitaste en mi baño y manchaste tu ropa -Me pasa una de sus camisas y de paso mi ropa, se sienta en la cama y me mira-. No te iba a dejar toda vomitada, así que puse tu blusa y tu pantalón en la lavadora.
-Gracias. -Le digo un poco avergonzada- Por un momento creí que -hago una pausa- tú y yo...
-Zack comienza a reír- No, no pasó nada de eso. Por dios Samy eres mi mejor amiga nunca haría nada malo sin tu permiso.- me toma de mi barbilla y me mira a los ojos.- nunca te haría daño.
{Fin del Flasback}
"nunca te haría daño" esas palabras me hacen querer llorar cuando las recuerdo. Zack me mintió. Dijo que nunca me haría daño y sí lo hizo. Se fue, ya no está, y al marcharse hizo que mi pequeño corazón se rompiera en mil pedazos, y temo no poder repararlo.
Nunca me ha gustado decir "adiós", ya que una vez leí una pequeña frase que decía: "No digas adiós, porque adiós significa no volver, y no volver significa olvidar". Nunca me han gustado esas palabras, pero me hubiera gustado haberlas dicho el último día que ví a Zack, pero... ¿cómo hubiera sabido yo que ese sería su último día?.
-¿Qué tal?, ¿Todo bien? -Me pregunta Germain a mi lado-.
-Sí, estoy bien -Le respondo-.
Estoy en clases de matemáticas y es martes. ¿Lo malo?, es que odio las matemáticas. ¿Lo bueno?, es que puedo pensar y puedo distraerme un poco. ¿Y lo peor?, es que pienso en Zack más de lo que me gustaría admitir.
-Creo que Austin te llama -Dice Germain a mi lado mientras escribe en su cuaderno-.
-No creo -Digo y Germain me mira-.
-Eres la única Samantha que hay aquí, y él está diciendo tu nombre.
-Agh, lo sé -apoyo mi cabeza en mis manos-, pero no quiero hablar con él.
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Querido Zack
Teen FictionSamantha, una chica de 17 años. Estudiante del instituto de Boston. Decide investigar la muerte de su mejor amigo. Trata de hablar con el a través de cartas que sabe que no serán respondidas, pero le sirve como un método de desahogo. Ella y Zack era...