Capitulo 18

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Cuando ya habian pasado el ejercito de caminantes blancos, fueron en busca de los otros, algunos estaban escondidos, habian muy poco muertos pero todavía habia mas caminantes blancos y comenzaron a matarlo hasta que se encontraron con Sam. 

-¿Estas bien, Sam?- pregunto Hydra luego de que el lord Comandante matara a uno y Hydra ayudo a levantar a Sam. 

-Si, si.-

-Debemos regresar al muro. Es una larga marcha y sabemos que es lo que nos sigue, pero debemos lograrlo, debemos advertirles o antes de que llegue el invierno morirían todos lo que han conocido.- dijo el lord Comandante y Hydra lo quedo mirando, iban a irse. ¿Qué pasaría con Jon?

Hydra se acerco a Lancelot y Edmund, con ella además iba Gawain. 

-Me alegro que ustedes estuvieran cerca.- dijo Edmund. 

-No hubiera sido sencilla aquella pelea con ese ejercito.- dijo Lancelot. 

-Ni justa.- aclaro Edmund. 

-No saben nada de Jon, verdad.- pregunto Hydra.

-Nada, no lo hemos visto desde que se fue contigo y Qhorin.- dijo Lancelot. 

-Neith, será mejor que se preparen, partiremos cuanto antes y que tu amigo haga lo mismo si quiere volver con Mance Rayder.- dijo el lord Comandante. 

-¿Que harás?- le pregunto Hydra.

-Volveré y le contaré a Mance Rayder sobre lo sucedido, es lo mejor.- dijo Gawain. 

-Es lo mejor... Creo que nuevamente estoy en deuda contigo.- dijo Hydra con una sonrisa, y luego que se fue Gawain le contó a sus amigos de lo sucedido. 

El regreso fue difícil, habian menos hermanos y debían apurarse si querían sobrevivir y decirle al resto sobre lo que vieron. Hydra iba al par con Lancelot y Edmund. 

-¿Creen que Jon este bien?- pregunto Hydra preocupada.  La chica esta muy preocupada por el, es verdad que sabia de lucha pero nunca antes habia ido a una expedición y no conocía muy bien el lugar. 

-Estoy seguro que si, el sabe defenderse.- dijo Lancelot. 

-Y es inteligente, sabe lo que hay que hacer por si algo sale mal.- dijo Edmund y siguieron caminando. 

Esta vez se descansaba y comía menos, se habia perdido mucho en el puño de los primeros hombres. Horas y horas estuvieron caminando hasta llegar donde Craster nuevamente, con suerte el los dejo entrar, les dio algo de comer al rededor de la fogata, aunque para Hydra no fue muy agradable escuchar como una de las mujeres de Craster daba a luz. 

Aquella noche, Hydra no logro dormir mucho, escalo un árbol y se quedo con su apreciado hijo que ya estaba creciendo poco a poco y era tan blanco como la nieve y con unos ojos amarillos potentes. 

Al día siguiente cada hermano de la vigía nocturna se tuvo que encargar de algo, Lancelot acompaño a Edd y a Grenn mientras que Hydra y Edmund debían buscar una gran cantidad de leña. Al caer la noche, Hydra tenia en brazos a su hijo mientras estaban al rededor del fuego que quemaba el cuerpo de uno de los hermanos. Pero todo se empezó a descontrolar. 

-¿Que cuellos cortaras, anciano?- le pregunto uno de los hermanos a Craster. 

-Sal y espera afuera.- dijo el lord Comandante. 

-Hace frio afuera y tengo hambre.- 

-Mis esposas le dieron pan.- contesto Craster. 

-Hay aserrín en el pan.- dijo, Hydra sujeto a su hijo y afirmo su espada. 

-Cuidado.- le susurro Hydra a sus amigos. 

-Si no te agrada, sal haya y ve a comerte la nieve.- 

-Prefiero comer lo que tienes escondido.- dijo mientras se acercaba a Craster. 

-Te dije que esperaras afuera.- dijo el lord Comandante levantándose de su puesto. 

-El esta ahí sentado, bebiendo nuestro vino y comiendo mientras nosotros morimos.- dijo otro y Craster se levanto rápidamente. 

-Ya les e dado bastante, debo alimentar a mis mujeres.- dijo y lanzó un hueso al suelo. 

-Admita que tiene comida guardada, sino como sobrevive al invierno.- 

-¡Basta! ¡Fuera!- empezó el lord Comandante. 

-¡Soy un creyente de verdad!- exclamo Craster. 

-¡Es un maldito bastardo!- grito uno, todos lo miraron sorprendido. 

-¡Bastardo! - exclamo y tomo una hacha, Hydra empujo hacia atras a Sam, sabia que era malo para la lucha y a los otros le gusta molestarlo. -¡Largo de aquí pequeño ladrón! ¡Y tu! ¡Y tu!- empezó a decir. -Vayan a dormir con el estomago vació y le cortare la mano al que me llame bastardo.

El lord Comandante sacó de un empujón a uno, pero quedaba el otro. 

-Es un bastardo, un salvaje bastardo.

Craster se acerco a el pero le clavo su daga en la garganta y se empezaron a escuchar los gritos de las mujeres. El lord Comandante intento detenerlos pero alguien lo apuñalo por la espalda. 

-¡Idiotas!- exclamo Hydra mientras corría hacia ellos con su espada en la mano, al igual que Grenn y otros mas. -¡Lord Comandante!- exclamo Hydra mientras se acercaba a el, habia recibido varias puñaladas. 

-¡Vete!

-No lo dejare aquí solo.- dijo Hydra mientras intentaba levantarlo. 

-No puedes, vete.-

-¡No lo haré!

-¡Vete Hydra! ¡Ahora!- dijo y con su cabeza señalo la espada de Hydra, la chica con lagrimas en sus ojos la enterró en el corazón del lord Comandante. 

-Neith debemos largarnos de aquí.- dijo Lancelot. 

-No vamos a resolver nada aquí, nos necesitan con vida.- dijo Edmund. 

-¡Vamos!- exclamo Edd. 

Hydra siguió a sus amigos, corrieron un poco pero llegaron algunos, eran diez y ellos eran cinco. 

-Váyanse yo me las arreglare.- exclamo Hydra mientras dejaba a Rhaegar en su hombro y este estaba gruñendo. 

-No lo haremos.- dijo Grenn. 

-Estaré bien, corran sin parar por el resto de la noche.-

-No te dejaremos sola y lo sabes Neith.- dijo Lancelot. 

-No estoy sola, tengo a Rhaegar y ahora ¡Largo!- grito lo ultimo, sus amigos se apresuraron en escapar. 

-No lo lograras y lo sabes bastardo.- 

-Mi padre te hubiera quemado vivo por aquello, pero tranquilo que yo me encargare de ello.- 

-¿Tu padre?- pregunto divertido otro. -Tu padre que no te dio su apellido y nada que heredar.

-Claro que me dio su apellido, es muy diferente que lo haya ocultado.- dijo con una sonrisa mientras sacaba su espada y Rhaegar se transformaba en su forma original. -Lo que heredan los Targaryen esta en la sangre, ¡Dracarys!-

El blanco dragón se elevo y empezó a quemarlos a todos, Hydra se encargo de un par que intentaba escapar. 

Todos aquellos murieron, mientras Hydra sonreía. No debieron subestimar a una Targaryen. 


𝐄𝐋 𝐃𝐑𝐀𝐆𝐎'𝐍 𝐁𝐋𝐀𝐍𝐂𝐎 | 𝐣. 𝐒𝐧𝐨𝐰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora