𝕰 | "Cuenta una antigua leyenda que se creó junto con Hogwarts que algún día una quinta casa nacería, y hoy es ese día"
dónde Epifania o Effie Edevane llega a Hogwarts con la esperanza de que la casa que seleccione por ella sea la mejor.
Y en el...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El chico la miró detenidamente, Epifania le sonrió.
—Hola... —dijo la rubia observándolo, casi podía decir que ya lo conocía, pero no sabía de dónde
—Hola —contestó el chico castaño de manera tímida.
Effie se acercó aún más al mostrador.
—¿Señor Ollivander? —pronunció y de inmediato un hombre se apreció en unas escaleras resbaladizas por la pared.
—Sabía que lo vería algún día señor Potter —dijo el hombre canoso, Effie alzó ambas cejas —¡oh!, y usted señorita Edevane.
Relajó los hombros.
Ambos niños esperaron a que Ollivander bajara de las escaleras.
—Me parece que fue como si fuera ayer que su padre y su madre vinieron a comprar su primera varita señor Potter —dijo —y su Padre señorita Edevane.
—¿Qué tal le ha funcionado su varita a la señorita Elena? —preguntó el nombre -
—Bien, le es muy útil —confesó la joven niña.
Ollivander sacó dos varitas de su estante.
Le tendió primero una varita a Potter, y este la agarró, pero se quedó viendo a Olivander.
—¿Qué esperas?, ¡agítala! —sugirió Epifania.
Potter reaccionó y así lo hizo causando que los cajones de atrás del señor Ollivander salieran volando por todas partes.
El castaño la dejó sobre la mesa mientras la rubia reía bajo.
Y el canoso fue a buscar otra varita y la sacó de su caja.
Se la tendió de nuevo al chico de lentes, y este la agitó una vez más, solo provocando que se rompiera un florero el cual hubiera roto la cabeza de Epifania si no fuera por qué se agachó.
