𝕰 | "Cuenta una antigua leyenda que se creó junto con Hogwarts que algún día una quinta casa nacería, y hoy es ese día"
dónde Epifania o Effie Edevane llega a Hogwarts con la esperanza de que la casa que seleccione por ella sea la mejor.
Y en el...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ahora las tres plumas flotaban sobre sus cabezas. Harry y Ron sonrieron por la emoción, y Effie también, le gustaba ayudar a las personas y más a sus nuevos amigos.
Sus varitas seguían mirando al aire, cuando fueron interrumpidos por una explosión a su lado.
Seamus Finnigan había sido el causante de esto, por segunda vez.
Harry quien estaba a su lado alzó las cejas -creo que necesitaremos otra pluma aquí señor- dijo obvio.
Y era hora de salir de clase, Harry, Ron y Phanny estaban al frente mientras Seamus y Dean estaban a sus lados escuchando como Ron hablaba.
-es LeviOsa, no LeviosA- los chicos rieron al escuchar al pelirrojo.
Ron arremedaba a Hermione, pero no le parecía nada gracioso a Effie.
-Ron- regañó la chica gruñendo -¡¿qué?!, es una pesadilla enserio, ahora se por que no tiene amigos- confesó Ron, pero lo que no sabían era que Hermione estaba escuchándolo todo.
-¡hey!, Ella es mi amig...- la rubia iba a decir que era amiga de Hermione, de no se porque Granger se apareció por detrás.
Pasó entre Ron y Effie, separadolos con un choque de hombros entre Hermione y Ron, claro que lo había hecho a propósito.
-creo que te escucho- confesó el otro castaño, Effie entrecerró los ojos mientras los rodaba.
-no me digas- habló obvia y sarcástica, era más que claro, Hermione había escuchado a Ron.
-que tonto- de quejó la rubia para ir detrás de Hermione con sus libros en mano.
Y corría en los pasillos tan deprisa para no perder a la castaña que casi choca con un par de personas, hasta que por fin se estampó con una.
Ambos cayeron al piso.
Effie se paró casi inmediatamente, y se sacudió la túnica.
-de verdad lo siento, no me di cuenta por dónde iba- confesó.
