𝕰 | "Cuenta una antigua leyenda que se creó junto con Hogwarts que algún día una quinta casa nacería, y hoy es ese día"
dónde Epifania o Effie Edevane llega a Hogwarts con la esperanza de que la casa que seleccione por ella sea la mejor.
Y en el...
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-dos golpeadores, un buscador y un guardia, tú eres el buscador Harry- dijo Wood.
El par de chicos colocaron la caja sobre el pasto.
Oliver se puso sobre una rodilla para abrir la caja y sacar una bola.
La del centro y era la más grande que había.
-Hay tres clase de pelota- le lanzó el balón irregular, ya que no es una esfera perfecta a Effie.
Esta se le quedó viendo, y después dirigió su mirada a Harry y Oliver.
-esta se llama...- comenzó pero Effie lo interrumpió -Quaffle- concluyó, como ya había dicho, la rubia había leído dientes de libros acerca de Quidditch y lo alusivo al jugo, al igual que se puso a ver los múltiples partidos de su padre grabados a escondidas durante los últimos años.
-los cazadores se padan la Quaffle e intentan meterla por uno de esos aros de allá si no me equivoco, y el guardián ósea tu puesto, los defiende ¿cierto?- preguntó la chica, Oliver alzó una ceja, Effie casi sabía todo sobre el juego.
-cierto- confesó.
La rubia tenía contemplado todo, el puesto que ella buscaba obviamente era de guardiana por su padre o incluso buscadora, pero se había preparado para todos los puesto, amaba el Quidditch, tanto como Ron.
Así que caminó un par de pasos para estar más cerca de aquellos aros, inclinó su brazo en un ángulo preciso, y debido a eso y la magia, y a pesar de estar a una gran distancia de los círculos, no fue necesario aplicar tanta fuerza para que lograra atravesar estos tres aros. Algo realmente sorprendente.
Ese truco lo aprendió en el libro que su padre solía guardar con llave en su oficina, la teoría del Quidditch y sus enigmas, escrita por Lenin Ochokopsky donde daba consejos del manejo de las pelotas y secretos del juego. Y el artículo de la Quaffle, el cual indicaba que con el eje y ángulo preciso de la mano , el pie y la inclinación de la muñeca, podías lograr que la Quaffle pasara por los tres aros desde la distancia a la que estuvieras, claro que este truco no era muy conocido, pero tampoco iba en contra de las reglas del juego, y solo había cien copias del aquel libro rondando por el mundo mágico.
