Siempre era tan fría cuando estaba con él a su alrededor, no había sonrisas, ni siquiera un hola, sus amigos incluso pensaban que su amistad se había arruinado.
Se forzaba cuando estaba con él, cubría su linda risa y agachaba su cabeza con sumisión.
Era un linda omega apuntó de casarse.
Suspiro ante sus pensamientos, cuando estaba con ella siempre se rodeaba de neutralizado y supresores, tanto que pensaban era un beta.
Que equivocados estaban.
Ella incluso rebajaba sus colmillos que sobresalían siempre aunque no los mostrara.
Usaba grandes faldas intentado ocultar a su amigo y era una "beta de apariencia omega" aunque fuera del tamaño de un alfa.
Controlaba su instinto dominante cuando veía a la omega a su alrededor.
Tenía más nivel que el imbécil que se casaba con ella después de hacerse inversionista en la agencia de los padres de Jennie.
Esperaba los largos viajes para pasar entre sus piernas disfrutando su suave piel que llenaba de mordidas, extrañaba llenarla de palabras bonitas y suaves al oído cada mañana cuando le preparaba el desayuno.
Nunca se había arraigado al estereotipo alfa y para evitar problemas se hacía pasar por un beta.
Era difícil pero conveniente considerando que el tipo no la consideraba una amenaza y la dejaba rondar cerca, incluso cuando le quería arrancar el cuello a la antigua y robar a su prometida.
Lo suyo era arriesgado.
Se lamio los labios sintiendo como sus colmillos pinchaban su lengua, saboreo la sangre, habían crecido otra vez.
Era emocionante y doloroso.
Jennie estaba comprometida.
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