Chapitre Onze

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11. Ser

— Una dosis cada 8 horas —susurro Lisa viendo las pastillas en su mano sopesando sus opciones—

¿Se las tomaba y moría o regresaba a ser un alfa?

Ninguna opción le gustó demasiado.

Suspiro con pesar dejándolas en su lugar, su hermano había insistido en que fuera a medirse un traje, demasiado aburrido para su gusto, tanto que terminó huyendo al baño.

Ya no recordaba con claridad algunas cosas.


(...)
— ¡Lo sabía eres un alfa! —grito Jennie sobresaltándola—

Estaba a punto de tomar un puñado de pastillas, cuando esta irrumpió en su escondite.

— ¿Podrías callarte? —gruñó levemente asustandola, su aroma comenzó a intensificarse sin poder controlarlo— El hecho de que seas una metiche no es mi culpa —

— No me gruñaspuchereo la otra ignorandola y acercarse en su dirección— Quiero ser tu amiga y solo me evitas —

— Me desagrada que seas tan molesta —se sincero tragándose las pastillas y tomar un poco de agua— Tu aroma altera mi fachada de "beta" —

— ¿por qué querrías ser una beta? —preguntó ladeando su cabeza— Si yo fuera una alfa seria feliz, no tendría que soportar los dichosos compromisos obligados —

— Si tu fueras una alfa justo ahora te estaría arrancando el cuello —advirtió viendo como se alejaba— soy un fenómeno —susurro— eso no es lindo, lo odio -

— ¿Lo dices por tu pene? —preguntó Jennie burlona con un sonrojo en su rostro— es un poco extraño, si, pero no creo que seas un fenómeno, es más —dijo con su sonrojo aumentando al acercarse ante la mirada escéptica de la alfa— puedes hacer muchas cosas —

— ¿Qué haces? —preguntó tratando de quitársela de encima cuando se sentó sobre ella— Quítate

— Puedes poner esto —dijo agarrando su pene con una mano sobre el pantalón— dentro de mí —susurro en su oído lamiendo su mejilla antes de comenzar un beso—

— Tienes novio —dijo Lisa cuando la dejó separarse tratando de quitársela de encima, estaba comenzando a reaccionar y eso no era bueno—

Min-ho no es mi novio —se quejo dando un pequeño salto en su regazo—

— El dice otra cosa —dijo cambiando de posiciones para quedar ella arriba, inconsciente o consistentemente quería tener el control, últimamente su vida se escurría como agua entre los dedos—

— Muchas estupideces si me lo preguntas —dijo Jennie antes de enredar los brazos en su cuello acercando sus bocas para comenzar otro beso—

Sintiéndose algo mareada la alfa cedió, sin darse cuenta en que momento exacto Jennie trataba de callar sus gemidos llenando su pecho de mordidas.

Más tarde ese suceso terminó repitiéndose durante años más tiempo de lo que creía y ahora Lisa estaba pagando las consecuencias de haberse enamorado de una omega comprometida.

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