Chapitre Douze

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12. Recuerdos

— te vez bien —asintió la familia de Lisa rodeandola—

— Me siento como el pingüino —dijo la alfa con un gesto molesto y bufo cuando su mamá le acomodo la corbata—

— Creo que deberías cortarte el cabello, ya te llega a la cadera —dijo mientras simulaba que lo tenía más corto— a los hombros quizá, te verías muy bien —

— Supongo —asintió sintiendo la mirada de su padre sobre ella, evitándola aceptó el traje, se sentía una desgracia— Debo irme —

— ¿Tan pronto? —preguntó su padre algo alterado, apenas la había visto en ese último año, la notaba más decaída, quería saber que estaba pasando con su hija—

— Si —respondió con simpleza, se sentía sofocada, no recordaba tanta dificultad para controlarse incluso antes de tomar medicamento—



(...)
— Mamá dijo que tenía que dejar de ser una enferma —dijo Jennie frotándose en su regazo completamente desnuda— que no debía de salir tanto con una beta porque era sucio —jadeo sintiendo la parte de Lisa frotarse más duro—

— Tu mamá esta loca —respondió Lisa tomándola de la cadera, sus pechos tocándose con cada roce—

— Es un poco desquiciada con el orden —asintió Jennie tomando los mechones de cabello entre sus dedos— te creció el cabello, me gusta, deberías dejarlo más largo —Murmuró oliendo un mechón de cabello castaño—

Levantando las caderas un poco la omega comenzó a gimotear al sentir la longitud abrirse paso lentamente hasta quedar completamente dentro, toco un poco su barriga con incomodidad.

— Eres muy linda —dijo la alfa al ver sus mejillas sonrojadas, sus labios entreabiertos le daban un toque algo adorable— Me gustas —

Abrazándose a ella, la omega comenzó un suave vaivén.

— También me gustas —


(...)
— Apestas —dijo Lisa apenas se le acercó, frunciendo la nariz se alejo un poco, seguía alterada por las confesiones anteriores, su cabello estaba recuperando el tono natural y brillaba —

— Hueles más fuerte —dijo Jennie mirándola de manera extraña, casi analizándola— ¿dejaste los supresores? —

— Tuve que —respondió caminando a su lado, apenas había salido del trabajo y se sentía un tanto inestable, bastante irritada— Estaba presentando algunas complicaciones —susurro, ya no estaba usando lentes, estos se habían roto—

— ¿como que? —preguntó Jennie entre cerrandolos ojos, se sentía algo culpable y a la alfa le dio la sensación de que no le creía—

— Me estaba muriendo —respondió alzándose de hombros— pesadillas, perdida de rasgos dominantes, posible perdida de lobo —rememoró algunas cosas que le dijo el doctor— Hueles a Min-ho —

— ¿Te molesta? —preguntó Jennie, alzando la ceja, no se sentía lo suficientemente fuerte para aceptar duras palabras de la otra—

— Es un poco incómodo saber que su pene estuvo en el mismo lugar que el mio —se alzó de hombros saludando a Min-ho quien esperaba frente a ellas—

Se estaba cansando de esa situación.

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