Capitulo 3

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Pensé un poco acerca de Las Vegas, Argentina e Inglaterra. Tres lugares donde había pasado hermosos e inolvidables momentos. Pero luego, simplemente quise olvidar todo eso, asíque saqué mi iPad, entré a mi Facebook y busqué “Caitlin Lodge”, pero no. Mi mejor amiga no estaba disponible, era sábado y seguro se estaría alistando para salir a alguna fiesta. Ella era la única a la que le podía contar lo que me estaba pasando. Recuerdo cuando le conté que me había encontrado a One Direction…

-Es que me encontré con tus ídolos.-le dije por celular.

-¿Qué hablas? ¿De verdad? ¡¡Maldita suertuda!!

-Ah, no pasa nada, son chicos normales, comunes y corrientes.

-¡Locaza! Son guapísimos y me encanta como son… ¿cómo fue? ¡¡CUENTAME!!

-Estaba en el supermercado y ellos estaban comprando en la zona de dulces. Había uno que juntaba muchos dulces, era rubio.

-AHHHHHHH! Niall, mi bebé, ¿y no te acercaste? 

-Claro que si tonta, ese es tu regalo de cumpleaños.

-Pero mi cumpleaños fue hace un mes, tú estabas aquí aun, ¿no recuerdas?

-Sí, pero como no te di nada entonces los hice firmar unas hojas con tu nombre.

-AHHHHHHHHHHHHHHH, ¿DE VERDAD? ¿No me estarás jodiendo vos, no?

-No, nada que ver. Ya te los voy a mandar.

-AHHH! No te hagas la tonta, no puede haber una chica que no crea que son hermosos.

-No son feos, nunca he dicho eso, pero no sé… aunque son muy agradables los cinco.

-Ya, pero cuéntame con detalles.

-Ash, ya, ya. Yo estaba en la zona de limpieza buscando unos productos de limpieza y en lo que volteo había una chiquita tomando fotos y riéndose como tonta, la chiquita miraba a la zona de dulces y su mamá la estaba animando para que les pida fotos. Yo voltee y vi un grupo de chicos más o menos altos que estaban vestidos con ropa súper genial. La cosa es que volteo uno a ver a la chiquita que se acercaba, uno de rizos.

-¡HARRY STYLES! OH my God, no puedo creer que Harry te vio.

-Ah, bueno la cosa es que me acordé de ti y me acerqué, incluso llegue antes que la chiquita. Así que los salude y les dije “Mi amiga Caitlin es una gran fan o… Direc-dir-tion?, algo así” y el chico rubio me corrigió diciendo “Directioner”, el chico de rizos soltó una gran carcajada mientras los demás reían. Después les dije que por favor me firmen un papel con tu nombre y aceptaron. Justo se cayó un detergente de mi canastita y yo dije “carajo”, y uno de los chicos, de cabello negro, me preguntó si hablaba español. Le respondí que si pero que ya me tenía que ir, al final solo dije “Gracias” y “Adiós” y… y bueno nada más.

Claro, yo le conté eso a Cait, y aunque si era cierto no terminé de relatarle los hechos con detalles. El detalle fue que cuando volteé uno de los chicos -después supe que era Louis- dijo para que yo escuchase “Harry ¿qué?, ¿Qué la chica está muy hot? Eso no se dice, Harry. Aprende a respetar.” Seguido por las risas de todos los integrantes de la banda. Yo solo caminé -sin voltear la mirada- hacia las cajas para pagar lo poco que llevaba en mi canastita.

***


Después de un rato chequeando mi Facebook me aburrí, y por alguna razón antes de guardar el iPad se me dio por entrar a mi Twitter. Grave error. Un tweet de Harry me dejo más triste de lo que yo estaba; 

“Here I am, asking you for one more chance. Can we fall one more time? Stop the tape and rewind ;(” ("Aquí estoy, pidiéndote por una nueva oportunidad. ¿Podemos enamorarnos una vez más? Detengamos la cinta y rebobinemos.")

De repente el tiempo había pasado volando y ya estaban anunciando el número de mi vuelo, que estaba a punto de despegar, para colmo yo estaba al otro lado del aeropuerto, tenía solo unos minutos para llegar a “Salidas Internacionales”. Por alguna razón tenía la loca esperanza de que Harry apareciera, y me pidiera que no me vaya, que todavía tuviéramos un chance para enamorarnos correctamente. Pero no, él nunca apareció. Y esa voz que me decía “____, no dejes Inglaterra, no dejes a Harry.” desapareció cuando estaba en la puerta de embarque y ya tenía que entrar al avión.

En el avión me pidieron que apagara mi iPod por un momento, yo estaba cansada y terminé dormida. Cuando desperté habían pasado dos horas de viaje, pero todavía me faltaban nueve más. Me sentía aburrida y triste, pero pensé que era mejor superarlo y no deprimirme, pues yo sabía que en algún momento eso iba a terminar. Entre a mi Twitter por mi iPad y puse:

“En camino a casa, ¡por fin! He extrañado tanto a mamá que no puedo esperar"

Hey Idiot, I love you!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora