Capitulo 9

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Estaba fumando mi segundo cigarrillo cuando tocaron mi hombro. Levanté la cara y vi a Jorgina –una de mis mejores amigas de la secundaria- mirándome sonriente.

-¡¡____!!- gritó Jorgina abrazándome.

-¡Jorgi! ¿Cómo has estado? Te he estado llamando.- le dije separándome del abrazo.

-Sí, es que mi celular no quiere andar y además, he cambiado de número.

-Ajá, gracias por avisar. Aunque es bueno verte igual.- dije volviéndola a abrazar.

-¡Sí! ¿Qué haces por aquí?

-Vine a pasear un rato, y a fumar. 

-Bueno, veo que no has cambiado mucho. Pero me sentaré contigo de todas formas.- dijo poniéndose a mi lado.- Hay muchas cosas que debes contarme, ¿no crees?

-Sí, creo que es un buen momento para hacerlo.

-¿Qué pasó con Harry? Después que me contaste que lo habías conocido no volví a hablar contigo.- “Puso el dedo en la llaga”, pensé.

-Sí, es que realmente quería mantenerlo en secreto, yo no quería que la gente supiese.

-Yara… ¡Estabas en todas las revistas como “la novia argentina de Harry Styles”! Me encanta como funcionó tu plan.- dijo sarcásticamente. 

-Ya lo sé, no resultó. Pero no me lo eches en cara, yo lo intenté.

-¿Y bien?
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-Bueno, era su vecina. El primer día que estuve en esa casa me invitó a una fiesta y fui, terminamos durmiendo juntos.- le dije y me miró espantada- No, no es lo que estás pensando. Bueno, sólo nos besamos, pero nada más. 
Al día siguiente me invitó a almorzar. Terminamos en un restaurante de comida rápida pidiendo hamburguesas. 

¡Y toda esa semana me fue a buscar! Llevaba comida chatarra para comer y descargábamos películas de Internet. No pasó nada, en realidad no hablamos de nosotros en esa semana. Y a la semana siguiente sólo lo vi un par de veces. Pero el martes de la siguiente semana –no lo veía desde el pasado miércoles- yo estaba casi dormida –con el televisor encendido y el iPad a mi lado- con mi pijama y sentí que tocaron el timbre. 

Me paré y fui a abrir. Estaba Harry y me saludó con un tierno “Hola”. Llevaba unos pantalones claros, zapatillas blancas, una camiseta blanca y un blazer oscuro, y bueno, también sus rizos bien peinados y esa hermosa sonrisa que me dejaba hipnotizada. 

En fin, lo invité a pasar y me dijo que no, que quería ir a cenar conmigo. Le pregunté qué hora era y me respondió que eran las 7:00pm. así que decidí salir con él. Pero lo hice pasar de todas maneras para que espere mientras me bañaba y me arreglaba. 

Tardé como 25 minutos. Después subimos a su auto y fuimos a un restaurante de comida italiana bastante elegante. Yo realmente odiaba ese tipo de lugares pero si estaba con Harry, estaba bien. Él pidió Lasaña y yo Spaghetti para comer y un vino blanco para beber, que terminó sólo en su estómago. 

Hablamos de su viaje a Francia, que había sido para promocionar su próximo disco con los chicos de One Direction, y me contó que las “Directioners” francesas eran muy buenas fans y muy agradables, luego agregó que eran muy bonitas. No sé qué cara puse que se rió a carcajadas. Me dio vergüenza pero solo sonreí y cambié de tema diciéndole que había una película que me moría por ver. De terror. Me dijo que después de cenar no podíamos ver esa película, pregunté por qué y me respondió que ya me enteraría. 

Durante la comida no dejé de pensar en ese “Ya te enterarás”. Aunque de todas formas conversamos de otras cosas. Me contó acerca de la relación de Liam y Danielle, que llevaban tiempo juntos y que ella entendía muy bien el trabajo de Liam. También, me dijo que extrañaba a su mamá, a su hermana y a su gato, entre otras cosas. 

Terminó de comer y después yo. Cuando me dispuse a tomar mi copa de vino me dijo que tenía algo para mí. Yo me puse nerviosa y supongo que también roja como un tomate. Vi que sacó una cajita rosada del bolsillo de su pantalón y me asusté un poco, mi corazón latía rápidamente, pero quería fingir que todo estaba bien. 

Él respiro profundo y me dijo que le gustaba mucho, que yo me había convertido en una persona muy especial para él en ese poco tiempo. Después abrió la cajita y vi una pulsera preciosa, con varios dijes colgantes en forma de corazón y con pequeñas piedras brillantes impregnadas. 

Sonreí, agarró mi mano y me dijo con una cara muy seria; “Quiero que seamos más que amigos”. Yo no sabía que decir, me quedé callada y nerviosa, después de unos segundos él cerró la cajita y dijo algo como “Sabía que diría que no.” Pero yo rápidamente agarré su mano y le dije “Yo también quiero lo mismo.” Me miró de nuevo, dibujó esa perfecta y hermosa sonrisa que me encantaba y que me dejaba completamente tonta y se acercó para darme un beso. 
Pero al inclinarse hizo que la copa de vino cayera en la mesa y me salpicara unas cuantas gotas. Empecé a reír, luego vino el mesero y trató de limpiar, Harry se disculpó y le dije que era mejor que nos vayamos, así que sacó la tarjeta y se la entregó al mozo. Después de dos minutos regresó y nos dispusimos a salir del restaurante. Subimos al auto y le pregunté que ahora qué haríamos, respondió que iríamos a mi casa. 

Después de un rato llegamos a mi casa y nos sentamos en la sala, en frente del televisor. Me dijo que nos habíamos olvidado de algo y yo le dije que no pensaba regresar al restaurante. Me calló besándome dulcemente por unos segundos, luego sacó una vez más la cajita de su bolsillo y me puso la preciosa pulsera. “Quiero que siempre la lleves puesta” dijo antes de besarme una vez más, esta vez con más fuerza.

-¿Entonces ese día como terminó?- preguntó Jorgi curiosamente, muy entretenida con la historia.

-En mi cama.- respondí.

-Wow, y creí que eras tranquilita.- dijo no muy sorprendida.

-Lo soy. Pero fue diferente. Yo estaba muy segura de lo que hacía, tenía miedo pero de todas formas quería. Nos amamos… Amábamos.- me corregí al instante.

Hey Idiot, I love you!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora