Capitulo 11

22 0 0
                                    

-Louis, Liam, Zayn. Niall no fue, creo que fue el único que no se prestó a sus tonterías, muy sensato de su parte. En fin, me dijeron que Harry siempre hacía estupideces cuando estaba ebrio, que siempre hacía desastres, y como no tenía ni lo más mínimo de conciencia, se aprovechaban de él. Decían estar seguros de que esa vez así fue. A ellos no les caía bien Emma, era algo obvio. Mientras tanto, él miraba al piso y yo veía en dirección al televisor apagado. Me convencieron. Después de todo su discurso, Zayn me dijo que nos iban a dejar solos para “hablar”. 

Salieron de mi casa y yo seguía en silencio viendo el televisor. Harry también seguía mirando el piso y ninguno se movía ni decía nada, así fue por unos segundos, que para mí fueron como siglos. Todo era muy incómodo, él allí y yo aquí, era insoportable, no quería verlo, y mucho menos escuchar la, tan repetida, frase.

Después –en medio de la enorme tensión- Harry levantó la mirada, me miró y volvió a ver al piso, y transcurrió un siglo más. Suspiró, se paró y caminó hasta la puerta de mi cuarto –que estaba cerca al sofá en que yo estaba sentada- se apoyó en la puerta con una maño en el bolsillo de su pantalón y otra en la boca –esa acción que las personas hacen cuando están pensando- caminó hacia mí, se puso de cuclillas en frente mío mientras yo volteé para mirar a la puerta principal de mi casa, tratando de esquivar su mirada. Pero agarró mis piernas con sus manos y me dijo que me amaba, una vez más. Se levantó, y me miró a los ojos. Volví a mirarlo y lo besé sin dudar.

Yo necesitaba de Harry, se había vuelto mi adicción. No podía vivir sin él.

-Entonces lo perdonaste de nuevo. En serio ____, a mi me encanta pero como novio creo que es un desastre.

-No- dije con cara de tonta y con voz tierna- Él no es un desastre. Quiero decir, hubieron cosas malas, muchas cosas malas, pero el tiempo que pasé con él fue lo mejor que me pasó en la vida. Los besos, los abrazos, las noches en que nos quedábamos dormidos después de hacer mil locuras juntos. La frescura con la que nos tratábamos, la amistad que teníamos. Las tardes escuchando nuestra música favorita, viendo mis películas preferidas, cocinando juntos, tomándonos fotos. Dándonos regalos, haciendo karaoke, jugando Play Station (Harry dejándome ganar). Las mañanas yendo a desayunar, o cuando íbamos juntos al gimnasio, cuando salíamos a correr, cuando me contaba que estaba triste porque extrañaba mucho a su mamá. Cuando tomábamos cerveza, vino o champagne juntos hasta estar ebrios. Cuando salíamos de parranda con los chicos. Cuando nos metíamos a Youtube a buscar videos graciosos y nos matábamos de risa. Cuando me hacía cosquillas. ¡La vez que se durmió y le puse la crema batida en toda la cara! Ja ja, se despertó y me dijo que se vengaría, cuando le pregunté cómo, agarró mi rostro y trató de besarme, embarrándome con crema batida al mismo tiempo.-conté suspirando y con una sonrisa de oreja a oreja- 

Pero todo eso ha terminado, y no puedo superarlo, no puedo Jorgi.- exclamé antes de empezar a llorar.- Fue mi culpa, no tendría que haber reaccionado así, las cosas pudieron haber sido diferentes. Todo fue un impulso del momento, y ahora no te imaginas lo mucho que me arrepiento. Soy una estúpida por haber tirado todo eso a la basura.


-No, no lo eres. Harry es el estúpido por haber cambiado momentos tan bonitos por unos segundos de placer con tipas descerebradas.- exclamó Jorgina abrazándome.

Hey Idiot, I love you!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora