Ámame solo a mi

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Hoy era su día, Zoro estaría ocupado en otros asuntos así que hoy podría ver a Sanji, estaba emocionado y a la vez nervioso, el espadachín había estado yendo al restaurant del rubio por casi dos semanas consecutivas, teniendo que mentirle a este con que estaba ocupada para no toparse con su nakama, pero hoy era el día en que podría tenerlo nuevamente en sus brazos, al despertar, se baño con rapidez, se vistió apresurado y partió a toda velocidad hacia el restaurant

-¡SANJI AMOR! -llamó con emoción abriendo las puertas del lugar en par en par 

-¿eh? -exclamó confundido el rubio, más al ver a su pareja parado en la entrada sonrió dejando las cosas con rapidez para correr hacia este- ¡CARIÑO! -gritó con emoción para abalanzarse sobre él, envolviendo sus piernas en la cintura de este- ¡TE EXTRAÑE TANTO!, ¿por que no habías venido? -hizo un ligero puchero que enterneció al narizón 

-perdona, estuve con mucho trabajó

-awww, por tu ausencia tuve que aguantar a un cabeza de musgo que se la pasa en el restaurante solo para joderme

-¿a sí? -cuestionó, el rubio le tomó de la mano para guiarlo hacia una mesa

-si, y es verdaderamente un dolor de culo -exclamó molesto y Usopp rió, de cierta manera se sentía aliviado por escuchar la forma en que el rubio se refería al otro- estos días el restaurante también estuvo más lleno de lo normal y el viejo más fastidiosa que nunca -Usopp sonrió para estirar su mano hacia este y tocarlo, haciendo respingar al otro- ¿cariño?

-me encantaría seguir escuchándote pero... quisiera salir contigo, ¿podrías? -pidió y el otro sonrió

-espera aquí unos segundos, iré a decirle al viejo -unos minutos más y los chicos se encontraban caminando por un parque con las manos entrelazadas

-Oye Sanji...

-¿si? -exclamó mientras encendía un cigarrillo y lo llevaba a su boca

-¿tu me amas verdad?

-¿que clase de pregunta es esa?, claro que lo hago, de otra forma no saldría contigo 

-si... tienes razón... -murmuró entrecerrando sus ojos y mirando hacia el frente mientras el rubio le observaba curioso

-¿sucede algo?

-¿eh?, ¿porque?

-bueno... normalmente no me preguntarías algo así... o mejor dicho, jamás me lo habías preguntado... ¿sucede algo?

-no... cla... claro que no -desvió su mirada nervioso y Sanji siguió su rostro

-cariño... -se detuvo jalando la mano del otro que cruzó miradas con él- sabes que puedes contar conmigo para todo los problemas que tengas... si estás pasando por alguna dificultad no dudes en decírmelo -Usopp entrecerró sus ojos mirando atento a los del otro, aquellas lagunas le hipnotizaban, deseando que esos ojos solo le mirasen a él para el resto de la eternidad

-Sanji... -acaricio la mejilla de este quien sonrió- por favor... prométeme amarme solo a mí

-sabes que si -apagó su cigarrillo para abrazarlo y acercar su rostro al contrario- por el resto de mi vida te amaré a ti y solo a ti -juntaron sus labios mientras cerraban sus ojos disfrutando de aquel beso, Usopp se aferró a al cintura contraria mientras Sanji le abrazaba por la nuca- cariño... cariño -jadeo al separarse de aquel beso, mirándose mutuamente con los rostros sonrojados

-¿si?...

-vayamos a mi casa -Usopp sonrió para asentir, los dos partieron hacia aquel lugar, y tan siquiera pasar el marco de la puerta el narizón se lanzó sobre el rubio, se besaron, se acariciaron y se desvistieron mutuamente, dejando un camino de ropa hasta la cama, al llegar a ella Sanji tumbó al otro para posarse sobre él, sintiendo el miembro de su novio rozando su trasero- ¿quieres entrar no es así? -cuestionó mirándolo con picardía, el otro le imitó para jalar su brazo y besarle desesperado, el vaivén comenzó, Sanji subía y bajaba, metiendo y sacando el miembro del otro con rapidez, aferrándose a sus hombros- ¡AHH!, ¡ASÍ!, ¡AHÍ!, ¡AHÍ ES! -exclamó excitado, Usopp se aferraba a sus caderas para ayudarle con el ritmo

-Sanji... yo... voy a ... ah... ah...

-yo... yo también, hagámoslo juntos -se abrazaron para venirse al mismo tiempo, el rubio salpico sus vientres y Usopp le recostó en la cama, mirando el desastre que habían echo, sonriendo satisfecho, era de noche y los dos se habían quedado dormidos, más el rubio sin desearlo había tirado a Usopp de la cama, por lo que este se reponía del golpe sobando su cabeza

-ouch -exclamó adolorido- me pegué con el mueble -murmuró 

-ro... -el azabache miró impactado al rubio, acercándose con rapidez al rostro de su pareja, sus ojos estaban cerrados, frunciendo el ceño mientras temblaba ligeramente- Zo... Zo... -repetía mientras sus ojos se humedecían- no llores por favor... yo estoy aquí... se que lograrás salvarme esta vez... Zo... ro... Zoro... por favor... no me mires así... Zoro... ¡ZORO! -gritó despertándose de un brincó, miraba hacia el frente asustado, su cuerpo transpiraba de forma anormal, su respiración era errática y su cuerpo temblaba- ¿pero que?... -murmuró confundido mirando sus manos- ¿que rayos?... -viró su rostro y Usopp le miraba en shock- ¿que pasa cariño?... ¿porque estás en el suelo?, ven, vas a resfri... -el otro se levantó con rapidez para abrazarle con fuerza- ugh... -exclamó- me... me asfixias cariño -unas solitarias gotas resbalaron por su espalda exaltándolo- ¿estás llorando?... ¿que pasa?

-se que sonará egoísta y que no te mereces que yo te haga esto pero... por favor... por lo que más quieras... no regreses... -sollozó aferrándose a este mientras el otro se limito a palmear su espalda 

-¿no regresar?... ¿a donde?... ¿de que habla? -pensó, una luz frente a él llamo su atención, quedando en shock, pues parado a los pies de la cama... se encontraba un hombre... no, un hombre no... cruzó miradas con aquel ente... que resultaba ser él mismo, denotando en su mirada una gran decepción, ¿porque? es algo que el rubio no pudo descifrar- pensé que no te volvería a ver -pensó entrecerrando sus ojos

-te lo dije años atrás... nunca podrás escapar del pasado... pase lo que pasé yo estaré detrás tuyo.. me da asco el solo verte acostado con ese hombre, él es nuestro nakama, nuestro amigo, nuestro amor por él es diferente, solo estás confundido... nosotros no le pertenecemos a él y lo sabes...

-¿a quien?, ¿al hombre que nos ha dejado morir más de 990 veces?  

-sabes que no fue su culpa

-y según tú tampoco fue nuestra... entonces dime, ¿Cuántas veces más tendré que morir? -se miraron mutuamente y el ente suspiró

 -no puedes negarlo, lo sientes en tu interior, nuestro amor le pertenece a otra persona y tarde o temprano ese amor florecerá, por más que lo intentes... la muerte tocará a nuestra puerta

 la muerte tocará a nuestra puerta

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El pecado cometido por amar (ZoSan)Where stories live. Discover now