death | #5 | teen wolf

6 | Broken leg.

| Pierna rota.

Abandono mi lugar en la fila sin pensarlo cuando veo a Scott caminar de mala gana hacia el final de esta, siguiéndolo y dejando que el chico detrás de mí haga su tiro. Las cosas no han mejorado en lo más mínimo durante los últimos quince minutos y varias rondas de tiros a la portería: Scott y Stiles han fallado cada tiro y Liam no dejan de recibir aplausos, felicitaciones y elogios de todo el mundo por ser algo así como un prodigio del lacrosse

El moreno se quita los guantes de manera brusca y lanza su palo hacia el suelo con evidente frustración, resoplando.

—Scott, ¿qué te está pasando? —pregunta Stiles, consternado.

—No sé. Tengo un mal día.

— ¿Mal día? ¡Te estabas muriendo! Me duele verte, literalmente.

—No vi que anotaras ningún tiro —acusa Scott.

—Sí, eso es porque soy terrible, Scott. Tú eres el Alfa —le recuerda.

—No en el campo —niega rápidamente—. En el campo, soy humano.

—Bueno, tu lado humano apesta en este momento —escupo sin amabilidad.

Scott me agrada demasiado, pero su lado humano no es más que un patético chico incapaz de apuntar hacia la portería y no tengo ningún problema con decírselo a la cara.

—Sí —concuerda Stiles—, ¿no podrías usar un poquito de fuerza del lobo?

—Eso es hacer trampa.

— ¡Ya sé! Es que odio ver a este nenito de primer año robarte los laureles después de que te esforzaras tanto. Lo odio —masculla, sus fosas nasales ampliándose por el coraje.

—No se va a robar todos los laureles —asegura Scott, tratando de calmarlo.

—A mí me parece que sí —suelto, viendo al chiquillo recibir montones más de aplausos y halagos del equipo y el entrenador al anotar otro tiro.

Regreso la mirada a Scott y observo cómo sus ojos resplandecen en color escarlata, su mandíbula tensa mientras que el entrenador sopla su silbato y nos llama a todos.

— ¡Rápido! McCall y Stilinski, agarren los palos largos. Van a cubrir el arco dos contra uno —indica, señalando a los dos chicos a mi lado—. ¡Vamos! ¡En formación!

Ellos dos toman los palos largos y se alejan del resto del grupo, colocándose un par de metros frente a la portería. Me formo en la fila para tirar y contengo un gruñido en mi garganta cuando veo a Liam pasar por mi lado para formarse un par de puestos detrás de mí. Sé que él realmente no ha hecho nada malo, pero su mera existencia me está molestando demasiado porque obtiene toda la atención, incluida la de mi novia.

Miro hacia los chicos y veo a Stiles mover la boca, así que agudizo el oído para poder escuchar de que hablar, distrayéndome del fastidioso chiquillo de primer año que solo está respirando pacíficamente, esperando su turno en la fila.