Konosuba: Bendito sea este destino cruel

Capitulo 9: Platica, rescate y lucha.

-La dejo a su cargo.

-Claro pero para la próxima trata de que no te la rompan.

-Tratare.

Tras terminar el desayuno por cortesía de la señorita dustiness, me retire para coger mi armadura para venir con el herrero. Cuando llegue con el me recibió con un fuerte abrazo al saber que estaba con vida, pero su rostro de felicidad cambio al ver en qué estado tenía su obra maestra, recibí un media hora de regaño y monologo de la herrería, al terminar mi regaño mi regaño, me ofreció hacerle algunas mejoras y sin pensarlo acepte. Al salir me dirigí a la posada para saludar a los encargados, al llegar y entrar al establecimiento, la campanita se hizo sonar y en eso la voz de la tendera se hizo escuchar, al salir a recibirme, se quedó en shock al ver de quien se trataba, su marido salió de la cocina a preguntar que pasaba, para terminar de la misma forma que su esposa pero instantánea recupero el sentido, para cuando su mujer recupero la razón, ella tomo mis manos y su esposo puso su brazo entre mi cuello para después darme una dulce bienvenida pero en eso notaron que Aqua no estaba conmigo, sus caras reflejaban espanto e intranquilidad, preguntaban por ella desesperadamente, es normal que se pongan así después de todo siempre han querido tener una hija (aunque ya están esperando uno) y aunque haya sido poco el tiempo que pasamos con ellos, le agarraron un fuerte cariño a Aqua.

Me llevo un tiempo tratar de calmar la ansiedad que se les estaba generando, tranquilamente les empecé a platicar que nos había pasado, obvio eso no ayudaba a calmarlos pero aun así seguía escuchándome con tal de saber que paso con Aqua, al terminar de relatarles que en nuestro regreso terminamos en la mansión de la lord, al decirles que actualmente ella debe seguir comiendo y que no tiene ninguna herida grave, terminaron por calmarse.

Antes de retirarme, les prometí que traería a Aqua de regreso para que vean que está bien y dicho esto me retire para ir en dirección al gremio. Al abrir las puertas del gremio, el ambiente animado termino para que se pusiera una atmósfera incomoda al sentir la mirada de todos, yo solo proseguí a dirigirme con Luna, pero al parecer el día de hoy descansaba, al saber que ella no se encontraba solo pase a comprar una jarra de aguamiel para tomármela de un trago y sin otra razón para quedarme en el gremio, pero antes de retirarme aun con el ambiente incomodo dirijo mi mirada a los aventureros que había en el gremio para indicarles que podían seguir con lo suyo, no había razón para que pararan de divertirse y que mis asunto no tenían nada que ver con ellos, con eso dicho, pase a retirarme.

Caminando por las calles de Axel llegué a la plaza de la ciudad, donde me senté a un lado de la fuente para descansar, pero una conversación a mi espalda estaba llamando mi atención.

.......

Después de que Kazuma terminara de desayunar, fue por su armadura y se fue a repararla, yo por mi cuenta me quede para seguir comiendo, cada bocado que daba sentía como si no hubiera comido por años. Tras terminar de saciar mi hambre los encargados del quehacer salieron para limpiar y retirar las cosas dejándome solo una taza de té. Después de un rato, fui a la oficina de la dueña de la mansión pero no la encontré ahí, regresé a la planta baja para seguir buscando, en eso escuche un estornudo y cuando di vuelta a la esquina, encontré una puerta abierta, me acerque para notar que se trataba del sótano, el estornudo se hizo escuchar de nuevo por lo que decidí a bajar para ver quién era, cuando iba a la mitad de la escalera me agache para ver quien se encontraba abajo y ahí la encontré, limpiando una armadura, por la apariencia posiblemente sea para la clase paladín o caballero, cuando vi su cara, ella reflejaba una mirada y sonrisa de nostalgia, cuando noto mi presencia, solo me dio un salud y una sonrisa distinta a la que tenía antes para después seguir con lo suyo, cuando Sali de la habitación escuche su voz para dirigirle la mirada y escuchar que quería decirme, quería hablar con migo y con kazuma pero hasta que el vuelva.