AMIGOS (Sasunaru)

Capitulo 11

Naruto abrió abrupta mente sus ojos, se incorporó y con mucho sueño se dirigió al baño apoyándose de las paredes por lo tonto que estaba por el sueño. Se miró al espejo y noto las oscuras, marcadas y grandes orejas que tenía. No pudo dormir mucho, alcanzando dormir apenas unas tres horas mínimo. Todo ese tiempo no pudo despegar su memoria de ese momento, y sabía que eso era responsable de su falta de sueño. Y al mismo tiempo se intentaba auto conversen que no sintió nada, ni menos cosquillas ni una extraña e inexplicable alegría.

 Se bañó, se alisto y se fue apresurado al instituto con toda las ganas de decirle a Sasuke que si tenía sentimiento románticos hacia su persona, que lo sentía pero era Heterosexual, no le gustaban los chicos y nunca le iban a gustar, ya que es muy extraño que tu amigo de la nada te bese en las mejillas. Y que si era una de sus tontas bromas, que no lo hiciera más, le hacían sentir extraño, y no quería que ese extraño sentimiento cuando está cerca de él aumente más. Cuando llego a la puerta, comenzó a sentir unos grandes manojos de nerviosismo y vergüenza ¿cómo le diría? ¿Qué dirá él? Mil preguntas le surgieron en la cabeza. ¿O realmente solo hizo para molestarlo y no tenía sentimiento alguno hacia su persona y el mismo se lo estaba inventando todo en su cabeza? No, realmente tiene algo que ocultar, porque sino porque lo haría. No podría haber otra opción.

Aunque, no le molestaría si él tuviese esos sentimientos, Naruto tenia alta autoestima, se consideraba muy atractivo, tenia mucho historial de noviazgos y siempre ha estado de personas amables a su alrededor que elogiaban su apariencia. Y que un hombre gustase de su persona le subiría más el ego.

— ¡Naruto! —de pronto oye una voz atrás suyo tomándole por sorpresa. — ¿Cómo así has estado llegando muy temprano estos últimos días? 

— ¡Sakura, me asustaste! —se queja, Naruto tocando su pecho calmando su corazón que latió muy fuerte tras el susto. 

— Vives asustado. Andas muy perdido también. A ver, ¿Qué tanto piensan que no te enteras a tu alrededor?

 — Nada, solo tareas. —se excusa. 

— Si, si y Hither es el hombre más bondadoso. Ni tu mamá se lo cree. —le contesta de forma sarcástica. — Y por cierto, ¡Que son esas ojeras! —exclama alarmada. La pelirosa mira un poco preocupada a su amigo. Se notaba de lejos lo poco que había dormido.

 — Si, es que hoy no pude dormir mucho.

— ¿Y por qué sera? Ayer te vi con mucha prisa al salir. ¡Aaah! ¿No sera que...?

 — ¡No, nada de eso! ¿Qué estas imaginando? —se apresura en contestar con su ceño fruncido. Pero lo que más lo inquieto de todo, era que las palabras de su amiga le hicieron acuerdo de lo de ayer. —Voy a entrar, tengo muchas tareas que hacer.

— Oye, Naruto. Pero no te enojes, solo hacia una bromita. —se intenta disculpar, persiguiéndolo. Ella no tenía idea del por qué su cambio de humor repentino, pero un día de esto lo iba a obligar a que se lo cuente.

El rubio estaba con la vergüenza, el nerviosismo y las dudas al aire. No sabía por qué él le provocaba todo esto, tampoco sabía por qué las palabras de Sakura lo sintió como si lo hubiesen descubierto en algo, tampoco sabía por qué no dejaba de pensar en Sasuke si solo eran amigos. No sabía el por qué él hizo lo de ayer, y por qué provoca muchas cosas. Estaba muy confundido y solo quería encontrarlo a él y aclarar las cosas. 

 Estaba tan sumergido en sus pensamientos que nuevamente le tomo por total sorpresa sentir como se golpeó contra alguien perdiendo el equilibrio por un rato, causando un pequeño dolor en la frente. Fija su mirada en el chico que estaba delante de él, tapando media vista por sus manos en la frente sobándose por unos segundos. Al quitar sus manos y ver a la persona que tenía en frente, su corazón comenzó a latir frenéticamente, y Naruto sin poder evitarlo se comienza a sonrojarse ante su presencia.

—Sasuke. —susurra para si mismo. 

— Oh, eres tu Naruto. Siempre tan despistado —le habla con una sonrisa calidad en su rostro, provocando que el rubio se sonrojara aún más por ese gesto Desvía la mirada de el, y mira donde sea pero no podía verlo. — Hasta te golpeaste la frente. 

 — Si, me lo han dicho bastante. —es lo único que pudo decir y se le cruzo en la mente. 

— Y tienen razón. —Sasuke noto como desvió la mirada de él y supo de inmediato la obvia razón de su causa. Un poco avergonzado también comienza a desviar su mirada, tornando sus mejillas rojas.

El lugar, aunque no lo notaban se estaba volviendo tenso y angustiarte. Querían saber sus opiniones, hablar respecto a lo que realmente opinaban sobre ellos y lo sucedido, hablar naturalmente. Pero en vez de eso, tenían una conversación incomoda y ambos confundidos respecto a sus sentimientos. Quería que cambiase algo, pero a la vez no del todo. Así ambos se quedaron el silencio por unos segundos, pensando en que decir y más Naruto con sus dudas de los sentimientos del otro y el por que lo hizo. Sasuke ya cansado de ese silencio decide hablar, pero es interrumpido antes que los hiciera por el rubio.

— Oye, Sasuke yo..., quiero hablar de una cosa contigo. —comienza a decir Naruto rompiendo el silencio anterior. Su voz sonaba insegura y con duda de que pudiera responderlo u ofenderle. 

— Si, dime.

 — Veras, —traga saliva. — ¿Qué significa lo de ayer? ¿Yo te gusto, verdad?

Sasuke abrió los ojos al oír sus palabras, y su corazón comenzó a latir muy duro y su rostro su puso completamente rojo. Se lo quedo viendo por unos segundos sin poder responder nada, completamente absorbido por la sorpresa. Él podía hacer de todo, pero menos un tonto. El venia sospechando de sus sentimientos desde el día de ese beso en la casa de Sakura, aunque él siempre lo negó de forma rotunda Sasuke siempre sabía que tipos de sentimientos se estaban creando. Y que él, le preguntase, era la forma más tonta de darse cuenta de sus sentimientos.

Sí, creo que me gustas de verdad, y recién me acabado de dar cuenta. Que estúpido, ¿y a ahora que hago con este descubrimiento? No lo sé. Fijo su mirada en el rubio nuevamente, vio sus ojos y solo pudo interpretar miedo. ¿Miedo de qué? ¿A qué yo te diga que si?

Soltó una pequeña y nerviosa risita. — ¿Lo de ayer? Es una broma tonto, soy heterosexual, no me gustan los chicos y no me gustas. —decide mentir, pensaba que solo así, podía mantener su amistad.

— Oh, era eso. —suelta una débil y disimulada pero decepcionada voz. — Y yo me la creí, en verdad soy un tonto. —finge una pequeña risa. No se que es lo que esperaba. ¿A que me dijera si? Obvio no, yo me monte toda esa historia en mi cabeza y resulto ser solo una de sus bromas. La verdad, no se por que de repente quiero estar solo y extrañamente desilusionado.

De cierta manera, esas palabras lo habían lastimado, hasta un punto que de pronto sintió unas pequeñas ganas de llorar. Maldijo en silencio sentirse así, y no hallar una explicación y eso lo frustraba y a la vez lo hacia sentir triste.

— No, no eres un tonto. —el moreno, le acaricia el cabello desordenan dolos. — Solo un poquito. —bromea para aligerar la situación. A Naruto sentir sus manos sobre sus cabeza, fue una sensación muy placentera, ademas de provocar cosquillas en su estomago.

— Me alegra, igual eso ya sucedió en una fiesta y siempre bromeamos así, eso no significa nada.

— Si, tienes toda la razón. Aparte, eres mi amigo ahora. —el moreno desordena su cabello con la mirada hacia abajo, mostrando una falsa sonrisa. — ¿Amigos? —alza uno de sus brazos abriendo la palma de su mano, mientras lo ve esperando que le correspondiese. 

— Amigos.

....

¡Hola! Muchas gracias a todas ustedes, me siento muy feliz de haber llegado a las 1K leídas. Y tengo que decirles que inicie esta historia por aburrimiento, y más con esta cuarentena que gracias a Dios en mi país ya se acabo. Espero que le haya gustado o mínimo entretenido, ya que yo soy muy nueva en la escritura y aun me falta mucho que aprender. Aprecio todos sus comentarios, votos y mas, enserio LAS AMO.