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He caminado sin rumbo alguno por las calles de Konoha mientras tocaba mi frente. Era de noche por lo que no tenía que preocuparme de que alguien viera el sello, pero aun así me mantenía caminando por las partes donde la luna no iluminaba.
—Se lo que le ha pasado a tu familia, pero algo como la venganza no le trae felicidad a nadie —oí una voz femenina—...no te traerá felicidad, pero yo...
Mientras más me acercaba podía oír con más claridad aquella voz y el ver a Sasuke junto a su compañera de equipo me ha sorprendido por un momento.
—Como pensaba yo no soy como ustedes. Tenemos diferentes caminos que recorrer —dijo Sasuke con un tono serio—. Cuando los cuatro estábamos haciendo misiones pensé que podría cambiar, pero después de todo... mi corazón me dice que soy un vengador y así debo vivir. Yo nunca seré como tú o Naruto.
—¿Quieres estar solo otra vez? Tú fuiste el que me habló sobre el dolor y la soledad —dijo Sakura y por el tono de su voz podía saber que se encontraba llorando—. Ahora mismo estoy sintiendo ese dolor... Tengo amigos y familia, pero sin ti en mi vida... ¡Yo me sentiré muy sola!
—Debemos de tomar caminos separados, Sakura.
—¡A mí me gustas mucho! ¡No puedo soportar que te vayas! —exclamó de manera desesperada—. Si tú y yo estuviéramos juntos... seguro que no te arrepentirías. ¡Viviríamos felices cada día, finalmente encontraríamos la felicidad!
—Los sentimientos que tenemos son totalmente diferentes.
—¡Haría cualquier cosa por ti! Así que por favor... quédate... —suplicó entre sollozos, pero Sasuke en ningún momento se dignó a mirarla—...quédate conmigo o llévame contigo a donde sea que te dirijas.
—De verdad eres muy insistente.
Sasuke tenía la intención de seguir su camino, pero Sakura le detuvo con un grito que me hizo sobresaltar.
—¡No te vayas! ¡Si das un paso más empezaré a gritar y...!
Inesperadamente Sasuke apareció detrás de ella dándole un golpe en su cuello para que se mantuviera callada.
He creído que él se iría en ese momento, pero inesperadamente ha mirado en mi dirección.
—¿Qué haces aquí?
—Oh. Yo solo caminaba y me he encontrado con esta escena bastante conmovedora —dije, quedándome quieta en la oscuridad que ocultaba la marca de mi frente—. Deberías de irte si no quieres que te atrapen.
—¿No piensas detenerme?
—¿Por qué lo haría? Es el camino que has escogido por tu voluntad.
—Eres totalmente distinta —dijo y he podido ver claramente como sonreía de medio lado—. ¿Por qué no vienes conmigo?
Su propuesta me tomó tan desprevenida que no me percaté de que la oscuridad había dejado de ocultar la marca de mi frente y solo me percaté de ello cuando él se ha sorprendido al verme.
