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—¿Dónde crees que vas, Lee? —pregunté al verlo a punto de abandonar konoha en mitad de la noche—. No pensarás ir a ese lugar, ¿no?
—Neji y los demás me necesitan.
—Acaban de operarte. ¿Crees que puedes hacer algo?
—Mi cuerpo está bien —aseguró, pero yo no estaba del todo convencida—. Te prometo que estaré bien.
—Ah... —suspiré—. Supongo que no queda de otra que ir contigo.
—¿Qué? —dijo desconcertado al momento en que colocaba sus manos en mis hombros—. Pero tus ojos todavía no se encuentran bien.
—Yo no te haré cambiar de opinión y tú no me harás cambiar de opinión —le dije—, y ahora quita tus manos de mí.
Lee ha soltado una risa nerviosa para luego alejarse y mirar la salida de Konoha. Nosotros estábamos a punto de romper una regla.
—¡Esperen! —exclamó una voz femenina a lo lejos y al mirar en dicha dirección me he encontrado con la mirada de Haruno Sakura—. ¡Por favor, llévenme con ustedes!
—Sakura – san... —musitó Lee con sorpresa al verla.
—¡Se los suplico! —dijo juntando sus manos y en eso he podido ver cómo intentaba contener las lágrimas—. Necesito ir... yo al menos quiero poder hacer algo...
—No pudiste detener a Sasuke aquella noche —dije haciéndola sorprender—. ¿Qué te hace pensar que ahora será diferente?
Sakura me miró con dolor para luego comenzar a llorar y ante aquello Lee se acercó para consolarla mientras que yo he soltado un suspiro. Ella no dejaba de llorar.
—Si lo que deseas es ir y arriesgar tu vida para intentar nuevamente detener a Sasuke, entonces hazlo. Yo no te detendré —dije captando la atención de ambos—. Supongo que al menos sabrás como defenderte por ti sola.
—____ – san... —musitó mi nombre conmovida al momento en que limpiaba sus lágrimas—. ¡Sí!
—Bien. ¡Aquí está el nuevo equipo de rescate!
—Cierra la boca, Lee.
—Lo siento, ____ – chan.
He soltado un bufido al oírle llamarme de esa forma, pero no le he dicho nada solamente por qué debíamos de irnos lo más rápido posible.
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Hace tan solo unos minutos habíamos logrado alcanzarlo luego de que Lee nos dijera que se enfrentaría por su cuenta al chico que utilizaba sus propios huesos como armas. Naruto nos había pedido que nos mantuviéramos alejadas porque quería encargarse él mismo de la situación y no quería seguir perdiendo compañeros.
Podía ver claramente que el poder de Sasuke había aumentado en tan solo unas horas.
—¡Sasuke – kun! ¡Por favor, detente! —exclamó Sakura, acercándose a la pelea que mantenían sus dos compañeros de equipo—. ¡Por favor! Despierta...
—Ya he despertado —dijo Sasuke—. He despertado de aquel sueño estúpido donde tenía un futuro con compañeros y paz.
—¿Qué...?
—Ella me ha despertado —dijo, mirándome fijamente con una sonrisa—. Ella me hizo ver el verdadero camino que debo de seguir. ¡Yo me vengaré!
—¡Sakura – chan! —exclamó Naruto aterrorizado al ver que Sasuke la había golpeado para alejarla—. ¡¿Qué crees que le haces?!
—Estaba estorbando —dijo—. Ahora, Naruto. Es momento de que mueras.
Sasuke y Naruto nuevamente comenzaron a pelear. Yo he visto como Sakura se levantaba con dificultad e iba nuevamente a detenerlos, pero antes de que lo hiciera la he alejado.
—¡Suéltame! —exclamó entre lágrimas—. ¡Debo detenerlos! ¡Debo hacerlo o podría ser grave!
—Es inútil —le dije—. Ellos no se detendrán hasta que uno de los dos salga vencedor.
Inesperadamente Sakura se había aferrado a mí para comenzar a llorar y ante su acto repentino no supe cómo reaccionar. Ella lloraba desconsoladamente por no poder detener aquella batalla, una batalla que posiblemente gane Sasuke debido aquel poder que se le fue concedido.
—Por favor... has que se detenga —suplicó Sakura. Ella se apartó un momento para mirarme con los ojos llorosos—. Estoy segura de que Sasuke – kun te escuchará...
—Ya es tarde —dije mirando como Sasuke liberaba por completo el sello de su cuello—...es demasiado tarde.
Ya no había manera de detener al Uchiha.
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Sakura ha corrido rápidamente a detener los pasos del Uchiha, el cual se encontraba bastante herido luego de su batalla contra Uzumaki Naruto.
Podía ver claramente que Sasuke no tenía las intenciones de volver y que seguiría su camino de venganza, pero Sakura no lo podía ver y seguía aferrada a la idea de detenerlo. Creía que sus palabras y acciones le harían entender, pero ya era demasiado tarde.
El Sasuke que ella conoció se había ido. El Sasuke que se encontraba frente a ella era otro, era el que anhelaba la venganza y el poder.
Podía verlo claramente, pero ella no.
—Sasuke – kun...
Sakura ha caído al suelo, aun lado de Naruto, luego de ser golpeada por su antiguo compañero de equipo.
—Se ha acabado —dije mirando a ambas personas en el suelo. Ambas con lágrimas por no poder detener al que fue su preciado compañero—. Supongo que esta es la despedida definitiva.
—Sí... —respondió con algo de dificultad—... La próxima vez... seré todavía más poderoso...
—No lo dudo.
Sasuke me ha mirado mientras se acercaba de manera lenta y entonces sin esperarlo me ha abrazado dejándome sorprendida por un segundo. Sin embargo, luego he correspondido a su abrazo, el cual era una despedida momentánea.
—Adiós.
—Adiós, Sasuke.
Sasuke se fue dejando todo atrás y no volvería a verlo hasta que el destino así lo quisiera.
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