Llegar a un lugar al que no puedo llamar hogar es raro, es raro estar un año atrasada en la escuela, la actitud de papá es rara, para resumir todo lo que pasa es raro.
Pero ni de cerca como la actitud de los Choi y Kang Taehyun. Esos cuatro chicos t...
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Nos sentamos en una mesa después de que hubiéramos ordenado nuestros helados.
—No puedo creer que te guste la chocomenta —comentó Soobin a Hueningkai mientras hacia una mueca de disgusto—. Esa cosa sabe a pasta dental con chocolate.
—Totalmente de acuerdo —corroboró Taehyun.
—Pero... ¡Si es la cosa más deliciosa del mundo! Diles Soojin, diles.
Sonreí tímidamente, y me encogí de hombros.
—Lamento decirte que estoy de acuerdo con ellos —dije, mientras Soobin y Taehyun asentían con la cabeza al verse respaldados por mí.
—¿Qué clase de traición es está? —preguntó Kai.
—La de venganza —respondí sin pensarlo mucho, los otros dos chicos me miraron sin comprender a que me refería, y antes de que cualquiera pudiera preguntar nada, el pequeño aparatito que nos indicaba que nuestra orden estaba lista sonó.
—Iré por los helados, y la pasta dental de Kai —dijo Soobin levantándose de su sitio.
—¿Por qué no te agrada Soobin hyung? —preguntó Taehyun de la nada mirándome una vez que Soobin se encontró lejos de la mesa.
—¿A mí no me agrada? —cuestioné ofendida— Él es el que se la pasa siendo desagradable conmigo.
—Nos acaba de invitar un helado —dijo Hueningkai mientras asentía con la cabeza.
—Con dinero que de no ser por mí no tendría.
—¿Y por eso no te agrada? —insistió Taehyun.
—Yo soy la que no le agrada a él —dije con firmeza.
—Eso no es cierto —contestó Kai. Lo miré asombrada. ¿Otra vez traicionándome?
—A ver —dije mientras miraba a los chicos seriamente, y ponía mis palmas sobre la mesa—, es obvio que yo no le agrado a Soobin, es incómodo pero estoy bien con ello.
—¿Quién dice que no me agradas? —preguntó Soobin mientras dejaba una bandeja con los helados en la mesa, me sobresalte al escuchar su voz y baje mis manos a mi regazo.
—Siempre tienes esa actitud defensiva conmigo —expliqué lentamente mientras él tomaba asiento y nos repartía los helados, y los chicos agradecían al mayor, este parecía escucharme atentamente lo cual me dio el coraje de continuar después de un suspiro—. Cada que me ves me evitas como si fuera a contagiarte algún virus raro, y eso sin contar que no me hablas, me ignoras, eres brusco, me tratas como si fuera una niña tonta y te molesta de sobre manera que hable de Yeonjun-ssi o de Beomgyu.
—Eso no es cierto —contestó Soobin de inmediato, volteo a ver a los otros dos chicos, los cuales se veían tremendamente interesados en sus helados como para mirarlo, boqueo un par de veces y luego comenzó a interesarse también en su helado, tomó la cuchara, dio un bocado de su helado de chocolate y después continuo—. Yeonjun y Beomgyu no son buena influencia.