C A T O R C E

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"No hay una clara distinción entre lo bueno y lo malo."

¿Ya he dicho que las acciones diarias se vuelven rutina rápidamente? Mi nueva rutina incluía pelear con papá casi diario, ¿Cómo es que había pasado a nunca discutir con papá a discutir con el cada día?

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¿Ya he dicho que las acciones diarias se vuelven rutina rápidamente? Mi nueva rutina incluía pelear con papá casi diario, ¿Cómo es que había pasado a nunca discutir con papá a discutir con el cada día?

Incluso me parecía patético que podíamos pelear hasta por el champú que debíamos comprar. Y ni hablar de las peleas que se referían a la escuela, el tiempo de estudio extra en casa de los abuelos, los abuelos. Papá se había convertido en uno de esos padres horribles que querían controlar todos los movimientos de sus hijos.

Toda esta situación comenzaba a rebasarme. Y mis días se había hecho uno igual a otro sin ningún diferenciador. Escuela, estudio, almuerzo, conversaciones, estudio, estudio en casa de los abuelos, llegar a casa, cenar, pelear con papá. En algunas ocasiones la pelea sucedía antes de la cena. Como ese día.

—Sophia, ya te dije que no puedes dejar el estudio en casa de tu abuelo ¿Cuántas veces tengo que decírtelo?

—¿Por qué se supone que debo hacerlo? —cuestioné con el ceño fruncido—. ¡Me da igual aprobar un examen en noviembre o no!

—¡No me interesa si te da igual o no! —gritó él. Bien, ahora mi voz ya no contaba en esta casa. Solté un bufido, tome la chaqueta del uniforme que estaba frente a mí dirigiéndome a la puerta— ¿A donde crees que vas?

—Cualquier lugar es mejor que aquí — solté mientras salía del apartamento cerrando la puerta con fuerza.

Caminé hacia las escaleras, y comencé a subir uno por uno cada escalón. El edificio contaba con una terraza abierta a todos los residentes, pero, según sabia la ocupaban poco.

Al llegar me dí cuenta de porqué la usaban poco. Era un espacio amplio con unas bancas gastadas y viejas. Tenía también unas macetas grandes con plantas secas de no ser cuidadas.

Suspiré acercándome a la orilla. Tenía una cerca que me llegaba justo a la altura del pecho que mantenía a las personas a salvo evitando de cualquier manera que algún ser perdido decidiera aventarse desde aquí.

Mire hacia la ciudad colocando mis manos en la cerca.

—Este lugar podría ser más bonito ¿No crees? —dijo una voz a mis espaldas. Giré medio cuerpo aún sobresaltada, por la repentina aparición de una chica.

—Hola —solté tímidamente mientras hacía una reverencia. Era la chica "belleza coreana" que había visto con Soobin. Hoy tenía su cabello largo en una coleta alta y, por su ropa, parecía que había hecho ejercicio.

Pensé que nadie usaba este sitio. Al parecer había equivocado.

—Eres la nieta del profesor Eun ¿No? —cuestionó viendo a la ciudad, admirando la vista.

Way Home [TXT Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora