No era la primera vez que Tatiana viajaba a Japón, pero era el país de sus sueños y estaba deseosa de volver. Lo que no sabía es que ese viaje sería el más especial de todos gracias a él...
Esta historia esta dedicada a mi amiga Tatiana. Espero que...
Nada había vuelto a ser igual desde aquel viaje. Tatiana sentía que la mitad de su corazón se había quedado con aquel chico en Tokyo. Echaba tanto de menos a Jungkook. Cada día recordaba aquellas palabras que él le había gritado a pleno pulmón cuando se disponía a embarcar mientras señalaba su muñeca recordándole que ella era su destino.
-¡No me olvides! ¡Prometo ir a buscarte! ¿Vale? ¡TE QUIERO TATIANA!
Se agarraba a esas palabras como a un clavo ardiendo pensando que en algún momento Jungkook cumpliría su promesa, pero ni siquiera había recibido un mensaje de él en esos dos últimos meses y eso, le hacía perder toda esperanza. A veces no podía evitar que la tristeza invadiera su corazón pensando en todos aquellos recuerdos tan bonitos que había compartido con él. ¿Había sido real o solo un sueño? ¿Por qué no contestaba a sus mensajes?
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Una mañana Tatiana se encontraba desayunando mientras veía las noticias matutinas sin prestar mucha atención hasta que, una melodía llamó su atención haciéndola levantar la vista de su móvil.
"La banda surcoreana BTS se encuentra en nuestra capital, para realizar dos de sus conciertos de su nueva y exitosa gira mundial Map Of The Soul Tour"
Entonces le vio.
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-¡Dios mío! -dijo en voz alta cuando vio a aquel chico, con el que hacía meses había compartido todo, deslumbrar como una verdadera estrella, sonriendo ante los cientos de flases de la prensa. Boquiabierta se quedó mirando la televisión hasta que algo llamó su atención provocando que su corazón se desbocara. De una de sus muñecas pendía aquella pulsera idéntica a la suya que tanto significaba para los dos. ¿Podía ser posible que no la hubiera olvidado, que siguiera manteniendo su promesa?
"Ding Dong"
El timbre sonó, pero estaba totalmente petrificada intentando procesar lo que acababa de ver. Su chico era idol y uno de los artistas más importantes y deseados del momento. Ahora lo entendía todo. No sabía mucho sobre el tema, pero su amiga Yuki le había contado en más de una ocasión como era la vida de los idols, lo mucho que trabajaban y todas las restricciones que aquellos chicos y chicas tenían en su día a día a costa de labrarse un exitoso futuro musical. Jungkook formaba parte de aquel mundo de locos donde la exposición era inevitable y enfermiza. Su pecho se contrajo de angustia al pensar todo lo que habría tenido que pasar y entonces se dio cuenta de por qué hacía un par de meses que no tenía noticias de él.
"Ding Dong"
El molesto timbre volvió a sonar y como zombi se dirigió a la puerta aún en shock. Cuando abrió le esperaba un chico alto cuyo pelo le tapaba más de la mitad del rostro, vestido de negro, encapuchado, con gafas de sol y mascarilla. Apenas podía ver un centímetro de su rostro.
