Mi Cachorrito (Kiba Y Tú - Yaoi)

😻 Capítulo 17 - Michi y esa amiga 🐶

Michi no había salido de su cuarto desde que los de konoha se habían ido, Ikuko varias veces intento entrar al cuarto pero siempre estaba cerrado con llave, con el día de hoy ya se cumplía una semana que no salia, se alimentaba de la comida que tenía guardada en su mueble por emergencia. Michi sabia que tendría que salir muy pronto aunque sea por comida, ya se estaban acabando sus reservas y no planeaba morir de hambre. Quería seguir sufriendo en silencio mientras pensaba en Kiba, pero nuevamente los golpes de Ikuko a su puerta lo molestaron, estaba harto de que no dejara de tocar la puerta de esa manera tan brusca.

- Hoy no me ire Michi, hasta que me abras y dejes de comportarte como un niño - dijo Ikuko, sin dejar de tocar la puerta. No escuchaba ninguna ruido, hasta que después de unos minutos escuchó los pies de Michi caminar hasta la puerta abriéndola.

- ¿Qué quieres? No has dejado de tocar mi maldita puerta - pregunto Michi enojado, sin ganas de platicar con su mejor amiga.

- No has salido en una semana y esto comienza a convertirse en fastidioso. Deja de comportarte como un niñito inmaduro, sal un rato y date un baño por favor, tu aspecto esta horrible - le respondío Ikuko, viendo con asco la apariencia de su amigo. Su cabello estaba demasiado despeinado, tenía baba seca, marcas de lágrimas, restos de comida por toda su ropa, pijama que no había lavado y un olor a ropa sucia - Estas irreconocible Michi, tú siempre estas arreglado y perfecto, también tu olor es rico y ahora es horrible.

- No lo entenderías Ikuko, tú no éstas sufriendo por que el amor de tu vida te dejo. ¡Mi vida es un asco!, dejame aquí solo morir de tristeza - dijo Michi dramáticamente, queriendo cerrar la puerta pero Ikuko detuvo la puerta - Bueno, solamente traeme comida por que ya se me esta acabando.

- Entiendo que estas sufriendo mucho, pero estar ahí encerrado no te ayudara en nada Michi - la voz de Ikuko ahora era más compasiva y dulce, se acercó a Michi para darle un abrazo - Vamos a tomar un café y platicamos. Pero antes date un baño, no quiero que me echen del restaurante por estar con un vagabundo.

- Que chistosa - Michi dijo saliendo de su habitación para ir al baño, no tenía ganas de bañarse pero tampoco quería dar asco en la calle.

Los dos chicos salieron de su departamento para ir hasta el restaurante de café y desayunos que estaba cerca de donde vivían, era un lugar bonito y muy familiar, casi siempre estaba lleno de niños latosos con sus padres intentado controlarlos. Michi se quería morir al escuchar los gritos de los niños, Ikuko también le molestaba pero creía que tanta alegría podría ayudar a su amigo. Pidieron un capuchino y una rebanada de pay de limón, Ikuko intentaba hacer plática pero su amigo no quería cooperar.

- Por dios Michi, aunque sea dime algo, no soporto verte en ese estado - Ikuko estaba harta de esa situación, maldecía a Kiba por volver hacer que su amigo sufriera. Cuando recién llegaron a la aldea, Michi lloraba y sufría pero esta vez estaba mucho peor.

- No tengo ganas de hacer nada, solamente quiero dormir y comer - dijo Michi, viendo a una familia que estaba comiendo a una mesa de ellos. Eso le daba nostalgia al recordar como salia con sus padres ha comer o algún otro lado.

Nadie lo sabía pero Michi cuando fue a Konoha visitó a sus padres, aunque ni siquiera entro a la casa para saludarlos, de lejos vio como sus padres sonreían y se reían como nunca antes los había visto. Esta convencido que su madre nunca lo quiso y solamente lo tenía para dar una buena imagen, siempre lo presumía delante de sus amigas y enemigas, su padre hacía lo mismo que su madre pero él presumía con las supuestas increíbles habilidades ninjas que tenía su hijo. En toda su vida nadie lo ha visto como una persona más que Kiba e Ikuko, todos lo veían como un chico bonito o un objeto sexual, y ahora Kiba también lo veía como todos los demás.