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No podía estar más emocionada.

Bajo sus sábanas la pantalla de su móvil se veía reflejada en sus ojos, estaba buscando vídeos de los combates de Tsukasa Shishio. Era una gran admiradora desde hacía mucho tiempo, desde el día en que lo vio en el ring por primera vez. Su hermano, Keiji, al igual que él, era boxeador y siempre conseguía entradas para los distintos combates que se llevaban a cabo en la ciudad. Y, aprovechaba para unirse e ir a verlo, omitía la intención diciendo que era por el boxeo, aunque amaba el deporte, el pelilargo era otro punto a favor.

Iban a ir a ver a un amigo de Keiji combatir contra él. Estaba eufórica y nerviosa. Lo había visto tantas veces en persona, y aun así la emoción surgía en su interior como si fuera la primera vez que lo hiciera.

Su admiración hacia él no la mostraba en casa. Su hermano, por razones que ella desconocía, lo odiaba, lo aborrecía. Se crispaba no más que era nombrado y lo criticaba cuando aparecía en algún programa mientras veían la televisión.

Se quedó dormida con el móvil en sus manos después de estar hasta tarde viendo vídeos.

🥊🥊🥊

Se despertó al sentir un peso encima de su cuerpo.

—Despierta, hermanita, ¡ya es la hora de comer! —soltó un pequeño quejido. El peso la estaba asfixiando.

—Quita de encima. —lo empujó con fuerza y salió de su cálido escondite.

—Comemos y nos vamos, tenemos que ir pronto. —amaban estar pronto en los lugares, si era posible media o una hora.

Fueron a la cocina y comieron la deliciosa comida preparada por sus padres. Hablaron de lo que iban a ir a ver con entusiasmo. Todo iba perfectamente hasta que él salió en la conversación.

—Derrotará al creído de Tsukasa. Estoy deseando verlo. —dijo con orgullo Keiji.

—Tsukasa es fuerte —la fémina intentó defenderlo.

—No lo es tanto. Solo que siempre pelea con los más débiles —chasqueó la lengua y apretó con fuerza el tenedor en su mano —. Y, siempre con ese aura de superioridad. Me da asco.

Su hermana tragó la comida con fuerza. No podía evitar imaginarse qué pasaría si se enterase de que el chico que tanto odiaba ella lo alababa.

El tema se disipó rápido, lo agradecía, no quería seguir escuchándolo.

Después de recoger se fue a vestir. Como no era una persona que le diera mucha vuelta al asunto de la vestimenta tardó poco y aprovechó el poco tiempo que le quedaba para revisar las redes sociales.

Salieron vídeos del castaño peleando, soltó un pequeño grito, entusiasmada por volver a verlo. Keiji irrumpió en la habitación y ella bloqueó el móvil en un rápido acto reflejo.

—Vámonos. —avisó.

Cogió el bolso y salió corriendo tras él. El trayecto fue de media hora, no era mucho, pero se le hizo eterno.

Cuando llegaron al edificio donde se iba a llevar a cabo el evento esperaron fuera a que saliera el amigo a saludar. ______ no le hizo mucho caso, solo estaba atenta a si lograba ver a su ídolo.

—Tsukasa está dentro. Me ha mirado como si fuera una mierda —dijo el chico. Apretó con fuerza el asa del bolso.

 ¿No podían dejar de hablar de él de aquella manera?

Aunque tampoco lo conocía. Le gustaría hacerlo para confirmar que todo lo que decían de él era totalmente falso, y así defenderlo como era debido. No perdía la esperanza, a diferencia de otros muchos fans ella tenía la oportunidad de verlo muy a menudo. Sin embargo, nunca había hablado con él. Tampoco es que diera tiempo para hacerlo, no más acababa su labor abandonaba el local apresurado.

PROHIBIDO AMARTE [TSUKASA SHISHIO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora