A Mi Manera 2

Capítulo 10

Hoy empezaban las grabaciones de la película, mi despertador había sonado a las siete con cincuenta, justo a tiempo para darme un baño y desayunar. Ferrán me avisó que me enviaría a un chofer de la productora para que pasara a buscarme, me puse unos jeans cómodos y me hice dos trenzas al natural para llegar a prepararme para las grabaciones.

En el camino me iba tomando un café bien cargado porque sentí que no había descansado lo ideal, los nervios me mantuvieron despierta casi toda la noche y antes de llegar, revisé mis apuntes en la agenda para verificar que no se me olvidara nada, subí una foto a mis historias y bajé del coche. Subí al set y estaba todo como en las audiciones. A la primera persona que vi fue a Gonzalo, el director.

—¡Lali! Bienvenida, ¿estás lista? —Me saludó de beso.

—Sí, ya lista. ¿En dónde puedo poner esto?

—Ah, esperá. ¡Lety! —llamó a una chica— ¿Podés llevar a la señorita Espósito a su camarín, por favor?

—Claro, seguíme. —La chica me sonrió y me fui detrás de ella.

Me señaló la puerta que tenía mi nombre. ¿Tanto para un personaje secundario?, pensé. Entré y acomodé mis cosas, a los pocos minutos, entró otra chica que traía un audífono y una tabla de madera con hojas en su mano.

—Lali, en cinco a maquillaje, por favor. —dijo amable.

—Gracias.

No tenía ni puta idea de qué tenía que hacer o a dónde ir pero el ambiente tan apresurado me estaba gustando, me ayudaba a sentir la adrenalina de comenzar un nuevo proyecto. Me miré al espejo antes de salir y me fui a maquillaje.

Me sentaron frente a uno de esos espejos con luces y me pasaron una toalla húmeda para limpiarme la cara y terminar poniéndome un maquillaje bastante natural, casi parecía que no tenía nada. Ni máscara de pestañas, ni rubor, nada. Después me indicaron que nos estaban llamando a todos los del elenco al centro del set, le agradecí a la maquillista y salí. Me crucé con un chico que me parecía bastante familiar y justo me frenó con una sonrisa.

—¡Lali!

—Hola —contesté fingiendo que sabía quién era.

—Soy Matías, el productor. ¿Te acordás de mí?

—¡Ah, claro! Perdonáme, no te reconocí —sonreí apenada.

—Nada, no te preocupes. Vení, te quiero presentar con alguno de tus compañeros. —Lo seguí a un camerín mucho más grande que el mío, habían tres chicas cambiándose de ropa—. Lali, ella es Martina. Será tu compañera y amiga durante este tiempo.

—Hola Lali, ¿qué tal, linda? —Me abrazó con una sonrisa, sentí de una su buena onda.

—Hola, ¿bien vos?

—Y ella es Ana, otra de los personajes secundarios. —Ana me saludó desde el espejo que estaba terminando de cepillarse el pelo. Nos despedimos de las chicas y seguí a Matías hasta el centro del set.

—Che, ¿te conozco de otro lugar? —Lo miré confundida.

—Eh, sí. Puede ser que del otro día en el bar. —¿Bar?¿Qué bar?— Cuando se armó alto quilombo, ¿no te acordás? Vos estabas con tus amigas.

—¿Vos sos... el amigo de Peter? —dije sorprendida y rió.

—Sí, somos amigos. De hecho, no tardará en llegar.

¡¿Qué?!

—¿Perdón? ¿Cómo que...?

—¡Ah, mirá! Ahí está.