Había pasado todo el domingo ensayando los guiones de esta semana, iban a ser unos días largos y duros porque teníamos que salir a exteriores casi todos los días, así que traté de relajarme lo que quedaba del fin de semana viendo Netflix, tomando mate y haciéndome un skincare. Mientras me hacía un buen desayuno, me llegó un mensaje de Zoe que decía, "hoy sí seré tu acompañante, te veo en cinco abajo", más un emoji de aplausos y una carita sonriendo. Eso quería decir que me acompañaría a las grabaciones y me tenía con los pelos de punta porque no sé cómo podía llegar a comportarse Zoe en ese ambiente, solo quedaba confiar en ella.
De camino a los estudios, insistió en que pasáramos por un café para que despertara más, haciendo que llegara cinco minutos después de la hora que necesitaba llegar pero por suerte, todos estaban en sus cosas y nadie se dio cuenta. Me pasaron directo a maquillaje ya que hoy tenía que hacer la prueba de una peluca que tenía que usar en las escenas de la próxima semana. Afortunadamente, Zoe se comportó bastante bien, en realidad estaba muy curiosa con cada detalle y movimiento que veía. Se hizo amiga de varios, desde camarógrafos, vestuaristas y hasta con Martina pegó buena onda, no les paraba la boca en toda la sesión de maquillaje.
Al terminar de cambiarme, me llamaron al set para hacer una de las escenas con Leo e Inés y mientras ensayábamos las líneas en nuestros lugares listos para grabar, vi entrar a Peter junto con Delfina. Una vez más como si fuese una rutina diaria que llegaran juntos, lo peor es que la mina entraba tomada del brazo de Peter y él soltando una carcajada, que si estuviésemos grabando tendríamos que cortar la escena por el ruido nefasto que causaban esas risas.
—¡Lali! —giré a ver a Leo que me miraba con los ojos muy abiertos y una sonrisa juguetona.
—Perdón, perdón.
—Hey, estás muy distraída. ¿Todo bien?, ¿te sentís bien?
—Sí, sí. Perdonáme, ya estoy.
Rodamos unas cinco veces esa escena y todo por culpa mía, en realidad por culpa de esos dos pelotudos que no podía creer que ni siquiera me miró Peter al entrar. La confusión que me traía el pensar todo lo que había pasado el fin de semana, se había anulado completamente en estos momentos y no sabía por qué.
Después de casi tres horas grabando varias escenas, nos avisaron que teníamos una hora de descanso para comer algo y descansar si así lo queríamos, fui a buscar a Zoe para que pudiéramos comer juntas pero no la encontraba por ningún lado.
—¡Liz!, ¿has visto a Zoe?, no la encuentro por ningún lado. —Le pregunté a una de las asistentes.
—Sí, me dijo que iría a ver los vestuarios con Martina.
—Buenísimo, gracias.
Me asomé por cada cuarto y camarín de camino por si la encontraba ahí pero solo vi a Lautaro dormido en el suyo y los demás cerrados hasta llegar al salón de vestuarios. La puerta estaba abierta, así que entré de una pero tropecé con una caja maldiciendo todo, no había rastros de las chicas.
—¿Zoe? —escuché una voz mientras recuperaba la compostura de casi caer al suelo— ¿Lali?
—¿Peter?, ¿qué hacés acá? —pregunté confundida— ¿No has visto a Zoe?, no la encuentro por ningún lado y me dijeron que estaba aquí con Martina.
—No, yo estaba justo con Delfina y Martina me dijo que quería que le mostrara un par de vestuarios de la peli a Zoe.
—Ah, Delfina.
—Sí, ¿por?
—No, nada. Solo que últimamente han estado... cero profesionales, ¿no lo crees? —Esta era yo tratando de controlar mis celos y verme lo más calmada posible.
ESTÁS LEYENDO
A Mi Manera 2
Teen FictionLa carrera de Lali comienza a despegar como ella siempre lo quiso. Al mismo tiempo que la de Peter descendía. Después de un momento de enojo, desacuerdos y falta de confianza, su destino tomó otro camino. ¿El amor vencerá la desconfianza y la menti...