Estaba apilando un par de cajas no tan pesadas dentro del maletero de mi coche para poder bajarlas. Caminé con cuidado para no tropezarme y las dejé sobre la mesa de madera en la cocina y me detuve un momento para disfrutar de cada detalle, cada olor a fresco y pino que tenía la casa, nuestra casa.
Después del estreno de la película y mostrarnos públicamente como pareja, Peter y yo disfrutamos nuestra compañía mutua y de cada paso que dábamos dentro de nuestra relación hasta que casi menos de tres semanas, Peter me propuso vivir juntos. Entre lágrimas y sonrisas, acepté y tiempo después, aquí estamos, yendo y viniendo con cajas de distintos tamaños al hogar que pudimos comprar entre los dos. Una casa en las afueras de la ciudad, en un barrio más tranquilo y con mucha naturaleza alrededor, con una mezcla de estilo contemporáneo y rústico. Habíamos elegido un lugar que nos diera mucha paz por la atolondrada vida que llevábamos. Tenía la habitación principal, salón de estudio/oficina, una cocina blanca con muebles de madera, el comedor con un gran ventanal hacia las hermosas vistas del campo y lo mejor de la casa, una terraza con parrilla y piscina mediana para ser anfitriones de los mejores asados de la Argentina.
—¿Te arrepentiste ya? —La voz de Peter me trajo de vuelta a la realidad, una realidad de la cuál no quería escapar, simplemente estaba sintiendo esa paz de por fin hacer lo que me hacía feliz.
—Obvio que no, estoy disfrutando de todo lo lindo que estamos construyendo. —me abrazó por detrás y yo me recargué en él aún mirando hacia la increíble vista que teníamos.
—Menos mal, porque es un viaje sin ticket de vuelta. —Giré fingiendo estar alarmada por su chiste—. Es el viaje de la felicidad, ¿qué pensabas?
—Ajá, claro. —reí
—Obvio. Pero... —me giró para tenerlo de frente aún tomándome de la cintura —. No te arrepentís de esta decisión, ¿no? —soltó con ojos de perro regañado. Me había dado muchísima ternura.
—Obvio que no, mi amor. Vení —lo tomé de la cara para alzarme en las puntas del pie y poder darle un beso —, Nunca había estado tan segura de una decisión.
—Yo tampoco
—Te amo
—Te amo, La —nos dimos un beso tierno y Peter se separó un poco de mí —. Venga, aún faltan un par de cajas y estamos completos, dale que se hace tarde y muero por estrenar la cocina.
Nos reímos por su gran entusiasmo y salimos hacia el coche nuevamente para bajar las últimas cuatro cajas y ponerlas en el suelo de la cocina. Ahí, mi celular sonó.
—Accardi
—¡Mariana Espósito!, abrí ahora mismo el link que te estoy mandando. —gritó del otro lado del teléfono dejándome aturdida.
—Por Dios, ¿qué pasa?, me dejaste sorda, pelotuda.
—¡Dale!
Mi celular vibró al segundo y abrí la conversación con Gimena, era un video de YouTube y le puse play. Comenzó a sonar música y apareció un señor de traje frente a la cámara, estaba presentando la categoría de Mejor Interpretación Femenina de los Premios Platino 2021. Se podían ver cuatro fotografías en fila debajo del título de la nominación y una de ellas, era yo.
—Y la última nominada pero no menos importante, por su papel protagónico en un corto policial y drama argentino, Lali Espósito en Acusada.
Dejé de respirar por segundos al escuchar mi nombre y un grito de Gimena a través del teléfono, me hizo soltar un grito también. En ese momento, Peter entró corriendo a la cocina deprisa y asustado.
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A Mi Manera 2
Teen FictionLa carrera de Lali comienza a despegar como ella siempre lo quiso. Al mismo tiempo que la de Peter descendía. Después de un momento de enojo, desacuerdos y falta de confianza, su destino tomó otro camino. ¿El amor vencerá la desconfianza y la menti...