Almas Gemelas [En Proceso]

Permiso Para Un Campamento Con Bandidos.

Abro la puerta y entro.

___ – ¡Ya llegué familia! – Dejo mi mochila en el sofá.

Mamá – Hola, eso no va ahí. – Veo la mochila reposada en el sofá, después veo a mamá.

___ – Ahora la subo. – La tomo y voy directo a mi habitación. Dejo la mochila en la cama.

De nuevo bajo. Me dirijo a la cocina y busco algo que pueda deborar.

___ – ¿Trajeron pay? – Abro el refrigerador.

Oscar – No, no trajeron.
___ – ¡Hoy muero! – Pongo mi mano en mi pecho, con la otra me sostengo con la mesa.

Mamá – ¡Oye! ¿Y esa forma de pensar?
___ – No trajeron pay, me muero si no hay pay... – Me siento y juego con la manzana que hay en el centro.

Mamá – Lo siento, pero tienen que cuidar su salud. – Ella se va de la cocina con un plato de bombones.

Oscar – Bueno... Yo te hice mi famoso pay de limón.
___ – ¿Me hiciste un pay? – Digo ilusionada.

Oscar – Sí, tiene galletas en toda la crema.
___ – ¡Oscar, eres el mejor hermano del mundo!
Oscar – Lo sé.
___ – ¿Ya está listo? ¿Dónde está? ¿Ya puedo comerlo? – Me paro de mi lugar.

Oscar – Sí... Sobre eso...
___ – ¿Qué?
Oscar – Sólo que para comerlo, tienes que hacer lo que te pedí.
___ – ¿Sigues con eso?
Oscar – Sí... – Camina hacia el congelador.

___ – Lo siento hermano, pero no voy a cuidar tu espalda.
Oscar – ¿Segura?
___ – Completamente. – Me cruzo de brazos.

Oscar – Qué lastima, porque... – Se sienta frente de mí, acompañado de un plato con una rebanada de su delicioso pay.

Oscar – Tiene extra de galletas. – Come un poco, yo hago lo imposible por no ver cómo come tan deliciosa creación.

Oscar – ¡Mmm! Delicioso, ¿Esta no son tus... Galletas favoritas?
___ – No lo vas a lograr. – Cierros mis ojos con mucha fuerza.

Oscar – ¡Mmm! Cremoso, tiene sabor a limón.
___ – No me gusta el limón.
Oscar – Pero sí en los postres. – Usa ese típico tono de voz que sale en los comerciales de comida para «antojar» a sus espectadores.

___ – Un poco..
Oscar – ¡Mmm! ¡Dios! Sientes que estás en el paraíso... – Mi estómago grita por probar una mordida...

Oscar – ¿Sabes? Pensaba en dartelo todo, pero como no quieres... Pues mejor yo me lo como todo, yo solito, al fin y al cabo... Limpie todo, y esto cuando termine lo voy a lavar así que... No hay sobras.
___ – ¡No voy a caer! – Muevo mi pie ya que no aguanto y estoy poniéndome nerviosa.

Oscar – No caes porque no lo has probado. – Me estira el tenedor con un pequeño pedazo de su creación.

Desafortunadamente, sí tocó mis labios.

Oscar – Lo sé, es delicioso.
___ – No funciona Oscar, no lo lograrás. – Lamo discretamente mis labios. La verdad, sí le quedó delicioso.

Oscar – De acuerdo, pero si quieres ya sabes que tienes que hacer.
___ – Compro uno. – ¡Boom! En tu cara perra... Perro.

Oscar – ¿Sabrá delicioso como el que yo hago?
___ – No... – Mi voz se escucha algo «rota.»

Oscar – En verdad, es un gran pay, y puede ser tuyo, pero desperdicias esta oportunidad... Es más, te haría esto durante todo un mes. – Adiós dignidad y hola chantaje.