One-Shots ~ Raquel y Alicia.

1

Era una calurosa tarde de inicio de verano, Alicia esperaba en su coche a que Raquel saliera de su casa, la castaña la había llamado bastante alterada. Tras unos minutos la vio salir corriendo hasta el coche.
A- ¿qué pasa?
R- Arranca Alicia, arranca. -lo siguiente que vio la pelirroja fue a Alberto muy cabreado, cuando aceleró rápidamente perdiendo de vista su casa.
A- ¿Me quieres decir que ha pasado? -la castaña empezó a llorar sin consuelo.
R- Me ha pegado una paliza tremenda Alicia, joder...
A- Joder, ¿Raquel, me estás jodiendo? Joder hijo de la gran puta. No vas a volver ahí.
R- Tengo que volver.
A- Ni de coña, ¿estás loca? ¿Por qué lo hizo?
R- Sospecha que le soy infiel contigo, eso no tiene sentido Alicia, nosotras solo somos amigas. Pero él no me cree.
A- Vamos a mi casa, necesitas descansar.
R- No, Alberto me buscará ahí.
A- Abre booking.
R- ¿qué?
A- Hazme caso coño, busca apartamentos en Valencia.
R- ¿me estás vacilando?
A- Yo no vacilo. -dijo con una sonrisa.
R- Alicia, no puedo pedirte que dejes todo y te vengas a Valencia por mí.
A- Es que no me lo estás pidiendo, venga busca eso. -Raquel tomó el teléfono y se puso a buscar muy concentrada.- ¿cuánto tiempo quieres estar?
R- No lo sé Al... me siento mal, no quiero que hagas esto por mí.
A- eres una cabezota.
R- Es que son casi cuatro horas en coche...
A- Bueno, cuanto antes salgamos antes llegaremos.
R- Eres la mejor.
A- Lo sé. -bromeó la pelirroja tratando de sacar una sonrisa a su acompañante. Entraron a la autopista sabiendo que quedaban casi cuatro horas de conducción.
R- Este apartamento es muy bonito. Tiene dos camas, un baño, sale de estar, cocina y piscina. Además está muy bien de precio y a pié de playa.
A- ¿cuántos días?
R- He pedido para cuatro días y cuatro noches, pero podemos acortarlo o alargarlo.
A- genial, vamos a tardar en llegar, duerme un poco si quieres.
R- ¿Podemos parar en una gasolinera y comprar agua? Necesito tomar algo de aire.
A- Claro, a unos metros hay una. -condujo hasta la gasolinera y mientras reposaba Raquel se bajó a comprar.

Volvió al coche con una sonrisa, dos chocolatinas, dos botellas de agua y una gran bolsa de chupachuses. La pelirroja al ver esto último se emocionó como una niña.
R- Toma Ali, sé que te encantan.
A- como te quiero. -dijo sacando uno para comerlo.-  Gracias.
R- A ti, por estar siempre para mí.
A- Para eso estamos las amigas. -pusieron la radio y cantamos y bromearon durante todas las horas de viaje, a Raquel se la veía más animada y eso alegraba a Alicia, el viaje se les hizo corto estando la una con la otra.
Llegaron al apartamento, habían hecho el pago online a si que el dueño las esperaba para dar las llaves. El lugar se veía limpio y cuidado.
R- Gracias por esto Alicia.
A- Raquel, no hay de qué pero... no puedes volver con él...
R- Alicia...
A- ¿es la primera vez que te pega?
R- Ali déjalo...
A- Joder Raquel. -la pelirroja abrazo a la castaña transmitiéndole una inmensa paz- ¿por qué no me lo habías dicho?
R- No lo sé, él me prometió que no volvería a pasar... pero siempre pasaba... esta vez fue peor... mañana tendré hematomas terribles...
A- No puedo dejar que vuelvas con él Raquel, no me lo perdonaría.
R- Alicia tengo que volver.
A- Raquel no, mírame, dame una sola razón para volver con ese hijo de puta.
R- Ali... le quiero...
A- Raquel no puedes querer a alguien que te ha hecho eso, te está manipulando y te está haciendo daño. Hoy es una paliza, mañana otra... y así hasta que te mate. Raquel, si vuelves a esa casa no voy a poder ayudarte.
R- Ya... joder...
A- Descansa un rato, ¿vale? -la castaña asintió y se recostó en una de las camas. Alicia no podía parar de mirarla, tenía rabia e impotencia por lo que ese malnacido le había hecho.

Las horas pasaron y la castaña apareció en el salón mucho más relajada, Alicia elevó la vista del libro que leía y se quedó un rato observándola mientras comía un chupa chups
A- ¿mejor?
R- Ajá. -se sentó a su lado abrazándola.- Gracias. -la castaña levantó su cabeza y sus miradas se cruzaron. Quedando a escasos centímetros.
La pelirroja no pudo contener la electricidad que sentía por todo su cuerpo, sacó el Chupa Chups de su boca y besó a Raquel con suavidad y ternura.
Se reparó instantáneamente, pero al ver que la castaña no reaccionaba volvió a besarla, esta ves durante más segundos. Hasta que Raquel reaccionó.
R- Ali... Ali ¿qué haces?
A- Besarte.
R- pe... pero ¿por qué?
A- Porque no veo que te alejes. -sin mediar más palabra ambas se besaron de nuevo.
Dando comienzo a algo que no tendría final.