4.2

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(Parte dos del 4, habrá parte tres y última. Se me olvidaba decir que en estos capítulos Paula no existe) ❤️
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Ambas chicas esperaron ansiosas a que terminara el turno, ninguna de las dos se había vuelto a dirigir la palabra excepto para confirmar que irían a tomar un café cuando terminara el horario de ambas.

La pelirroja miraba por el rabillo del ojo a la castaña, y esta hacía lo mismo cuando creía que Alicia no la miraba, ambas querían mostrarse fuertes ante la otra, cuando en realidad estaban igual de nerviosas.
Las largas horas de trabajo por fin terminaron, Alicia cogió sus cosas y condujo hasta el lugar donde había quedado con Raquel, ir en el mismo coche que ella no era una opción viable.
Al llegar al lugar vió que no era precisamente una cafetería común, era muy bonita, con música suave en vivo, parecía el típico bar de copas pero mucho más vintage y tranquilo, el ambiente era relajado y acogedor.

Al contrario que Alicia, Raquel llegó unos minutos más tarde, pues se había cambiado antes de salir del trabajo.
Se sentó frente a la pelirroja sin saber muy bien qué decir.
A- Pensé que no vendrías.
R- Solo han sido unos minutos.
A- ¿cómo te ha tratado la vida Murillo?
R- No puedo quejarme, ¿tú?
A- Estoy aquí contigo, a si que de puta pena. -dijo para provocarla.
R- No has perdido el sentido del humor... -Raquel trató de hacer ver cómo que le había resbalado el comentario de Alicia.
A- ¿sigues con el imbecil de Alberto?
R- Le dejé dos años después de salir de la academia.
A- pues que puta mierda tía, ¿me dejas por él y también le dejas?
R- No te dejé por él Alicia, deja el pasado en el pasado.
A- ¿Has olvidado tú el pasado?
R- ¿has vuelto para restregarme mis cagadas?
A- A si que admites que la cagaste... -la pelirroja usó eso a su favor y Raquel se arrepintió de cómo había formulado la frase.- De todos modos te diré que no sabía que estarías ahí, si lo hubiera sabido no hubiera vuelto. -el camarero se acercó a ellas interrumpiendo su conversación.
Cam- ¿saben qué van a tomar?
A- Yo quiero un cocktail Bacardi. -la castaña se asombró ante la pedida de la pelirroja, creía que iban a tomar café, pero no mostró su sorpresa.
R- Yo un between the sheets. -dijo segura, esta vez fue la pelirroja la que se asombró, ambas estaban jugando sin intención de perder, sabían que el alcohol no llevaría nada bueno, pero en este punto les daba igual.
Cam- Enseguida. -el camarero se alejó dejándolas solas de nuevo. 

A- Me gusta el lugar.
R- Es bonito, ¿no habías estado? -la pelirroja negó.
A- ¿y qué Raquel? ¿Algún amorío... amigos?
R- ¿por qué te fuiste Alicia? -eso le cayó como un jarro de agua fría a la pelirroja. Alicia suspiró y justo en ese momento trajeron sus copas.
El camarero volvió a marcharse.
A- Parece mentira que me lo preguntes.
R- Sabra que te hubiera elegido a ti Alicia, a ti una y mil veces.
A- Pero aún así lo dudaste, dudaste si quedarte con él o conmigo Raquel. Me fuí porque lo di todo...
R- ¿quieres saber por qué empecé a salir con ese gilipollas de Alberto, Alicia? Por ti, porque mis padre se enteraron de lo nuestro y me amenazaron con hablar con tu familia. Éramos muy jóvenes su sabía que si tu familia se enteraba te iba a echar... -Los ojos de la castaña comenzaron a aguarse- Sabía que querían la mínima excusa para deshacerse de ti, prefería que me odiaras a que estuvieras mal con ellos. No fue lo mejor Alicia, tenía que haber hablado contigo. Éramos unas adolescentes inexpertas. -la pelirroja estaba boquiabierta ante la confesión de Raquel, es cierto que en esa época la relación con su familia era difícil y que de haberse enterado la hubieran echado de casa.

Le costaba creer que tras todos estos años odiando y culpando a Raquel, resultara que lo hizo por su bien.
R- Lo siento si te hice daño, no pensé que fueras a irte... creí que si salía con Alberto mi familia estaría tranquila y nosotras seguiríamos igual... tenía que habértelo dicho. -Alicia no sabía que responder, dió un largo trago a su copa y volvió a dejarla en la mesa.
A- Te he odiado todos estos años, y resulta que ni si quiera fue tu puta culpa.
R- Si te sirve de consuelo, yo también te odié a ti, creí que te habías ido sin más y después entendí que te contaron lo mío con Alberto... nunca le quise... te fuiste sin despedirte, sin decir nada... en realidad lo entiendo.  -la pelirroja sentía que tenía demasiada información que procesar, término su copa de un trago y se levantó tambaleándose por la rapidez en la que había bebido el alcohol.
A- Raquel... mejor... mejor hablamos otro día.
R- No, Alicia -se apresuró a levantarse también.- Pagamos y te llevo a casa, te has bebido la copa de un trago no puedes conducir así, si te paran te pondrán una multa.

One-Shots ~ Raquel y Alicia. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora