One-Shots ~ Raquel y Alicia.

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(Este capituló NO es la continuación del 4)
No me maten, estoy terminando la continuación. Pero ya tenía este escrito a si que lo subiré en lo que termino el 4.2 ❤️
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El sonido de las agujas del reloj inundaba la sala, Alicia se paseaba de un lado para otro pensando en qué momento habían llegado a esa situación.

Recordaba los minutos antes al accidente, ella salía de casa, llovía fuertemente, tanto que casi no se veía, esperó con el paraguas al coche de Raquel, pero esta no llegaba. A si que Alicia decidió volver a entrar en casa para no mojarse y que Raquel la avisara cuando llegara.
Se giró para volver a abrir el pomo cuando escuchó un sonido ensordecedor, cuando se giró solo pudo ver humo y unas figuras de dos coches estrellados entre sí, parecía que la lluvia les había nublado la visión. Los coches eran irreconocibles bajo la torrencial cortina de agua. Bastante alterada llamó a emergencias y pese a la dificultad de visión soltó el paraguas y se acercó a ver si había alguien con vida, todos los vecinos estaban fuera de sus casas.
A medida que Alicia se acercaba al coche su piel se palidecía, era el inconfundible coche de Raquel. Alicia corrió y abrió la puerta, para ver a Raquel ensangrentada e inconsciente.
Las ambulancias no tardaron en llegar, subieron a los heridos y se marcharon al hospital.
La pelirroja logró que la dejaran acompañar a Raquel, estaba en shock, no asimilaba lo que había pasado.

Alicia levantó la cabeza y miró ese reloj, hacía un rato que se le habían terminado las lágrimas, le ardían los ojos y tenía un nudo en la garganta.
Doc- Señorita, puede pasar, la paciente ha despertado. -La voz del doctor sonó como un ángel enviado por el señor- Aún ni hay nada asegurado, podría empeorar de un momento a otro. -La pelirroja solo pudo asentir y entrar rápidamente a la habitación, llevaba casi un día entero en esa sala de espera.
Entró a la habitación y vió a Raquel llena de magulladuras y vendas, mirándola, no pudo evitar que se le escaparan un par de lágrimas.
R- Ali, no llores...
A- Joder, ¿cómo te encuentras?
R- Bueno, me duele todo el cuerpo.
A- Joder, normal.
R- ¿tú cómo estás?
A- Más tranquila.
R- ¿has comido?
A-...
R- Deberías de comer.
A- Luego iré a coger algo, tranquila. -ambas se miraron durante unos segundos, Alicia acariciaba la mano de Raquel como si la castaña fuese lo más preciado de su vida. Lo era, realmente lo era.
Doc- necesitamos hacerle unos chequeos, si todo va bien en unas dos horas podrá volver a entrar, vaya a su casa y descanse un poco.
A- ¿No puedo estar presente en esas pruebas?
Doc- Lo siento.
R- Tranquila Ali, nos veremos en unas horas. -Alicia le dio un corto beso a Raquel y salió de aquella habitación.

Paseó durante más de una hora por los pasillos de ese hospital, bajó a la cafetería pero nada le entraba, no tenía nada que hacer y no pensaba irse a casa.
Se sentó en la sala de espera y trató de centrar la atención en su teléfono, pero su cabeza estaba en otras cosas.
Se sobresaltó cuando vio a dos doctores correr en dirección a la habitación de Raquel, sabía que no la dejarían acercarse y pese a eso tras unos segundos corrió tras ellos.
Doc- Hora de la muerte. 18:46. Paro cardíaco.

El mundo de Alicia se partió, aquella tarde en aquel hospital de Madrid.