Capítulo I

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Mi historia bien podría comenzar aquí o también remontarse hacia mucho tiempo atrás en donde nací, lo cual sería aún más tardado por lo que mejor resumo mis primeros años de vida.

No hay nada interesante, de verdad, solo bochornos monumentales y metidas de patas las cuales me generan crisis existenciales a medianoche, provocándome miedo por la simple duda de "¿Estaré haciéndolo bien en mi vida?"

Bueno, en conclusión, no sé qué diablos hago con mi vida a cada rato, pero me siento cómoda conmigo misma, hasta que me envían a la oficina del director con el miedo que cualquier adolescente que solo trata de dedicarse únicamente a sus estudios pueda tener.

—¿Está al tanto de los problemas que ha generado, jovencita? — la secretaria, al ver el reporte del porque estaba esperando a su jefe esta vez, me mira con desaprobación y a la vez con resignación, algo que hace ver su rostro más arrugado que una pasa.

— ¡No fue mi culpa! — me defiendo

Antes que la secretaría suelte palabra alguna, la puerta se abre con los furiosos padres de mi compañero que lamentablemente está implicado en esto. Me ven con una cara que, de seguro por ellos, me ahorcan en este mismo instante.

Se lo que se viene, antes de que el director pronuncie el "Blake, adelante" mis piernas ya estaban temblando, dudando si las uso para entrar a la oficina o salir corriendo.

— Buenas — digo casi susurrando y tan agudo que me pregunto a mí misma "¿No puedo ni ser seria en estos asuntos?"

—Cierra la puerta y toma asiento.

Hago lo que me ordena y lo miró fijamente como la persona madura y serie que soy. Después de cinco segundos ya quiero reírme de lo nerviosa que estoy, carajo ¿Y si lloro para causarle compasión?

— ¿Puedes explicarme el hecho de que estabas a punto de incendiar mi escuela y matar a un compañero tuyo? — su furia estaba contenida en una caja de cristal, tan transparente y frágil que de seguro si alzo mi dedo y le tocó una mejilla, estalla— ¡Y todo para robar un examen!

—En primer lugar, los hechos no fueron del todo así.

La puerta se abre nuevamente dando la bienvenida a mis padres, los cuales están más perdidos y con cara de "¿otra vez?"

A poco usted no ha hecho travesuras, director.

—Maravilloso, los padres. Señor y señora Blake por favor, tomen asiento si no es mucha la molestia.

—Director Martínez, buenas tardes ¿Qué ha pasado? — mi padre le saluda con un apretón mientras se sienta al lado mío. Y mi madre pues bueno, puedo sentir su mirada queriendo succionar toda mi alma.

—Su hija se infiltró en la bodega del área de administración donde guardamos una copia con las respuestas de cada examen general de curso, por lo que entenderá que es prohibido para los estudiantes entrar ahí. Pues ella le prendió fuego a varios papeles que se encontraban en los estantes y dejó a un alumno encerrado en la bodega, que por suerte lo logramos sacar antes de que se asfixiara por el humo.

— ¿Y la bodega? ¿Sigue en llamas? — Sara, mi madre, voltea a ver con admiración a mi padre ante tal pregunta que acaba de hacer.

Al menos no seré la única castigada de aquí.

—Afortunadamente logramos apagar el incendio antes que pasara a mayores, pero hubo daños estructurales.

—Pero fue un accidente...

No continué hablando porque las tres personas voltearon a verme como si acabara de presionar el botón el cual destruiría toda la humanidad

Y al parecer si lo hice, pero causando únicamente el fin de mi vida.

En una escuela de Princesas "Accidentalmente"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora