Capitulo final: Fin de un mundo

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Kaminari entró por la puerta de su hogar, tomado de la mano de su madre. Tenía cuatro años y regresaba del preescolar después de un día especial. Portando su uniforme color azul corrió hacia su padre emocionado.

Kaminari: ¡papi! ¡papi! Te tengo una gran sorpresa.

Dai lo levanto, colocando lo en su regazo: ¿así?

Seli se inclinó en el marco de la puerta: si y creo que te va a gustar.

Dai: eso me llena de curiosidad, no me hagas esperar más, dime ¿de qué se trata?

Kaminari extendió el brazo, lanzando pequeñas chispas de sus dedos.

Dai esbozó una gran sonrisa.

Kaminari: mira, ya poder hacer lo mismo que mamá.

Dai la bajó: podrás hacer mucho más que eso, kaminari. Hay que celebrar esto.

Kaminari: ¿habrá una fiesta?

Dai: si, pero primero es hora de mostrar te las raíces de la familia, ¿recuerdas las historias que te conté acerca de nuestras raíces?

A kaminari se le iluminaron los ojos: sí.

Dai: pues son ciertas y es hora de que inicies tu camino siguiendo sus pasos.

Kaminari: de verdad.

Dai camino hasta su escritorio, abriendo un cajón secreto y de él, un cuchillo de empuñadura blanca: así es hijo.

Dai se acercó con el cuchillo hasta estar cara a cara.

Kaminari: ¿para qué ese cuchillo?

Dai: no te lo había contado, pero este cuchillo es símbolo de nuestra responsabilidad a nuestro señor, es muy importante y con él se hacen las promesas más sagradas que jamás podrás romper.

Dai elevó el cuchillo mostrando el brillo del filo contra la luz, para luego cortar se su propia palma con él. Las gotas de sangre salieron disparas en todas direcciones. A kaminari se le desorbitaron los ojos y un mido explotó dentro de sí cuando le callo la sangre de su propio padre en el rostro.

Kaminari: ¡papá! ¿estás bien? Mamá, papá se cortó.

Pero su madre ya estaba ahí, observando los con una gran sonrisa, sonrisa que jamás se borraría de su mente.

Dai tomó con su mano ensangrentada la de kaminari, apretando se la fuertemente.

Dai: escucha kaminari, este es un pacto entre líderes de conexión, desde hoy comenzaras tu entrenamiento y te darás tu vida en servicio de nuestro amo.

Kaminari comenzó a llorar asustado.

Dai: no tienes por qué llorar, pues hoy empieza el gran apogeo de tu vida. Toma este cuchillo y sella con tu sangre esta promesa irrompible kaminari, que darás tu vida a al for wuan.

Kaminari: no, no quiero.

Dai: no tengas miedo, pues para esto naciste.

Kaminari: no.

Dai lo abofeteo.

Kaminari: ¡mamá!

Seli: es tu deber kaminari.

Dai le colocó en cuchillo en su mano, obligando lo a poner su filo contra su piel.

Dai: ahora promete lo, promete que servirás para siempre nos servirás y jamás nos traicionaras.

Kaminari: lo, lo prometo.

Dai le dirigió una sonrisa: bien y yo te prometo que te convertiré en un gran aliado o yo mismo te are pagar. Y con ello, dai jaló el brazo de kaminari, haciendo le derramar las primeras gotas de una vida manchada de sangre.

Kaminari, el traidor de la UADonde viven las historias. Descúbrelo ahora