-¿Crees que finalmente hemos ganado? -preguntó ____ en un susurro. Harry miró al bebé que dormía en los brazos de ____ y sonrió débilmente.
-Creo que sí, pero no estoy seguro del todo. Con este niño nunca puedes estar seguro.
-Eso demuestra que tiene unos buenos pulmones. Pero creo que esta vez sí que se ha dormido -dijo ella, mirando la cabeza oscura del pequeño y sin atreverse a mirar a Harry.
Él había llegado a la habitación de Tonio antes que ella, ya que había subido los escalones de dos en dos. El niño había estado llorando de tal modo que ambos se habían concentrado en tratar de calmarlo.
Pero Tonio se había resistido a que lo calmaran y, después de que Harry lo tomara en sus brazos, se había puesto a patalear y a mover los brazos frenéticamente.
-Es evidente que tiene hambre -dijo Harry-. ¿Puedes sostenerlo mientras bajo a prepararle un biberón?
-¿Estás seguro? -preguntó ____-. Por supuesto, no me importa quedarme con él, pero, ¿no crees que preferirá quedarse con su padre mientras yo preparo el biberón?
-Ya ves que ahora está con su padre y eso no parece alegrarle lo más mínimo. Quizá tú tengas más suerte. Además, yo sé dónde está todo en la cocina y a ti te llevaría un buen rato averiguarlo.
-Muy bien -____ extendió los brazos-. Pues entonces ven aquí, pequeño monstruo.
Él le dio el niño después de dudar un momento.
-Te prometo que cuidaré de él. No es que tenga mucha experiencia, pero lo haré lo mejor que pueda.
-Estoy seguro de ello. Voy abajo.
Por un momento, él pareció pensarse si dejar al niño con ella.
-No pasará nada -le aseguró-. Si te necesito, daré un grito.
Harry acarició la mejilla del niño y ella, al ver el contraste entre las fuertes manos de él y la delicada piel del niño, tuvo que morderse el labio para contener las lágrimas.
-Tranquilo, tesoro -susurró él con voz grave.
Tonio miró al hombre y su llanto se convirtió en un sollozo. Pero cuando ____ creyó que el niño se iba a calmar, torció el gesto y comenzó a llorar de nuevo.
- ¡Muy bien, muy bien! -exclamó Harry-. Así que nada que no sea un biberón te calmará, ¿eh? Pues voy a por él.
____ oyó cómo Harry bajaba las escaleras a la carrera y comenzó a pasear al niño por la habitación mientras lo acunaba. Entonces, se acordó de una vieja nana que su madre le había cantado una vez y comenzó a cantársela al pequeño.
Los llantos de este parecieron remitir y abriendo mucho los ojos se la quedó mirando.
-Eso está mejor, tesoro -murmuró. Luego, cantó otra nana y el niño, después de un último sollozo, comenzó a relajarse.
-Oh, parece que lo estamos consiguiendo -dijo ____ sin atreverse a dejar de moverse.
Le gustaba sentir el cuerpo caliente de Tonio contra el suyo y le entraron ganas de hundir la cabeza en el cuello del bebé al oler la mezcla de polvos de talco y colonia que emanaba de él.
El bebé suspiró y se revolvió en sus brazos, buscando sus senos con la boca.
-¡Oh, estás hambriento! Me temo que no tengo nada que ofrecerte, pero no te preocupes, papá te traerá la leche en seguida.
Luego, comenzó a pasear de nuevo por la habitación mientras seguía cantando. Estaba tan absorta que no oyó llegar a Harry, así que al volverse, se encontró de pronto con que él la estaba mirando fijamente desde la puerta.
