VOLKACIO WEEK AUS

UN AÑO

Horacio se revolvía inquieto en la sala de espera. Hacía un año que Pogo había disparado a Volkov y el destino quería que hoy fuese el día en que le daban el alta. Fueron meses muy duros, con cinco operaciones, una de ellas para un trasplante de pulmón. El de cresta no se separó nunca de su lado salvo para cumplir con algunas pequeñas operaciones del CNI. Pero nunca aceptó ninguna desde que despertó hace cosa de 3 meses. La rehabilitación había sido más dura de lo que ninguno de los dos podía imaginar.

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Las semanas pasaron, Volkov recuperaba cada vez más las fuerzas y se sentía con la suficiente energía para salir de aquella habitación de hospital que habían habilitado para él en la sede del CNI. Michelle había dispuesto todo perfectamente para su recuperación, había contratado a los mejores cirujanos y médicos del mundo. Aquella mujer era fantástica y demostraba cuán importante era la familia.

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Volkov miraba a la puerta. No podía esperar más a que la enfermera viniese con su alta. Una cajita con decenas de cosas reposaba sobre la cama a su lado. Eran detalles que le habían ido llevando en sus visitas, la mayoría de Horacio. No sabía porqué, pero tenía guardada hasta el envoltorio de la primera chocolatina que le llevó de strangis una tarde.

Había también un osito de peluche morado. Horacio se lo regaló cuando despertó. "Se parece a mi, por eso te lo regalé , por si no te acordabas de cómo era...¡Yo tengo uno a juego! pero es gris con los ojos azules, como tu.." desde luego Horacio era único y le mostraba su amor cada vez que podía. No se negaría más que eso le agradaba en demasía. Miró su móvil. Michelle venía de camino.

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Horacio miraba su móvil también. Miraba sus mensajes. La conversación completa, desde que conoció a Volkov hasta el día en que casi muere. Ese número estaba deshabilitado pero había atesorado aquellos mensajes. Algunos bonitos de cuando creía haberle conquistado, otros fríos, sin respuesta. Algunos simplemente laborales como ubicaciones pero aún siendo solo coordenadas, estaban cargadas de emociones por ser parte de los operativos juntos. Ahora Volkov tenía un nuevo número. En aquel historial eran todo risas, memes y alguna foto que se hicieron en el hospital y rehabilitación. Estaban felices y ambos se encontraban cómodos. Las gilipolleces habían pasado para dejar paso a una amistad sincera y fiel. Horacio notaba algo más, pero tenía que ser fuerte y no sobrepasar los límites aunque su corazón solo quería besarle a cada minuto. La puerta se abrió. Michelle llegó al ala médica junto a la enfermera con el alta.

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El CNI había preparado un apartamento para Volkov. Hasta estar plenamente recuperado viviría allí por su seguridad. Los hombres entraron al mismo. Era pequeño pero sorprendentemente acogedor. Un amplio sofá en el centro de un salón con cocina americana, un amplio baño con ducha y bañera y un dormitorio con vestidor que arrancó suspiros de envidia en Horacio

Volkov miró al chico con ternura y se acercó a él algo más de lo que tenía previsto. Nervioso le preguntó si le importaría quedarse aquella noche. La excusa era simple: "Temo que me pueda pasar algo y no haya nadie.. En el hospital tenía un botoncito del pánico pero aquí estoy solo.."

Horacio esbozó una sonrisa y dio un pequeño salto.

-Llevo semanas esperando esto, tengo hasta una selección de películas para ver.. Si tu quieres, claro.. Supongo que querrás descansar.

- No quiero descansar, ya he estado suficiente tiempo descansando. Ahora quiero ser feliz.

Se acercó a Horacio, le sujetó la nuca suavemente con ambas manos y le besó.

Tras unos deliciosos segundos de pasión se separaron. Horacio estaba anonadado ante aquel acto.. ¿Desde cuando el ruso estaba interesado en él?

- Y Horacio... - Dijo con una sensual voz - aunque agradezco el detalle.. Hoy no me interesa ver películas - Concluyó y volvió a besarle esta vez más profundamente.