VOLKACIO WEEK AUS

🔞NO ME DEJES ASÍ 2/3 🔞

La primera partida fue resuelta en apenas 1 minuto. La concentración de Horacio estaba por los suelos con sólo pensar en lo que podía llegar a pasar. Decidió empezar tranquilo. Una simple bota fue el precio a tan humillante derrota.

- No le hacía yo tan mal jugador Horacio..

- Deme un momento y le aseguro que ni llegaré a los calcetines..

La segunda partida fue algo mas reñida. Con una triunfante escalera de color el de cresta se hizo con la victoria y la prenda del ruso. Este imitó al joven quitándose uno de sus zapatos de piel.

- Bien. Vamos iguales.. ¿Sigues queriendo perder?

- Ganar una por suerte no significa nada.. Vamos, otra ronda.

-¿Está ansioso comisario?

- Soy un poco ludópata, es todo..

Horacio sonrió porque aunque la fama de que al ruso le gustaba mucho el casino era de sobra conocida, estaba claro que ahora mismo no le motivaba un afán de ganar dinero. El premio era él. Era el momento de subir la apuesta..

Volkov volvió a perder. De nuevo un zapato fue el precio. Estaba empezando a pensar que aquel inspector sabía jugar más de lo que aparentaba. Estaba claro que ambos sabían a lo que jugaban pero no quería ser él quien primero se quedase desnudo.. “Necesito algo mas de vodka.. “

Cuarta partida. Horacio perdió. No era el momento de seguir con niñerías. Mirando fijamente a los ojos del comisario empezó a desabrochar lentamente sus botones de la camisa. Pudo ver cómo aquel hombre no le quitaba ojo ni para beber el vodka de su vaso con clara intención de serenarse ante aquel espectáculo que le estaba brindando. Ese si era su juego y empezaba a ganar por goleada.. Una vez la camisa color carmín estaba el el suelo se hizo el desinteresado pidiendo la siguiente ronda.  

Una nueva ronda perdida a posta por Horacio. Decidió seguir jugando con los deseos de su rival decepcionandole con una bota. El chico de cresta disfrutaba de tenerle implorando más en su interior.  Le tocaba ganar. Y así lo hizo en la sexta ronda. Era el turno del ruso quien estaba completamente rojo. No sabía qué hacer en ese momento.

- ¿Tiene frío Volkov? Si quiere le dejo que se deje la camisa pero al menos desabrochela..

- Un ruso no sabe lo que es el frío Horacio.- Dijo mientras se despojaba de su blanca camisa dejando a la vista aquel torso marmoleo adornado con decenas de cicatrices.

Ante aquella visión cercana a lo celestial el joven no pudo contenerse. Se levantó de la silla y con unos pasos lo más sensuales posibles se acercó a la silla del mayor sentándose en sus rodillas. Pasó un brazo por su espalda y con la otra mano  le sujetó de la barbilla.

- Volkov.. otra ronda o nos dejamos de tonterías. Usted va a perder todas y cada una de las partidas asique ¿por qué no simplemente se desnuda del todo ya?

- ¿Qué le hace pensar eso?

- Sobreviví años en la calle, uno aprende o no come.. El poker era mi especialidad.

Dijo mientras se acercaba poco a poco a los labios de su acompañante. El beso fue suave para tantear el terreno. Le fue devuelto con pasión lo que indicó a Horacio que podía subir la intensidad. El beso se alargó unos minutos donde las lenguas de ambos luchaban en frenesí parando tan solo a respirar. Pero hasta esos segundos les parecían eternos.

Volkov hizo un gesto para indicar que se levantasen de aquella incómoda silla y sin despegar sus labios ni un momento cogió a Horacio a horcajadas sobre su cadera quedando aprisionado por sus piernas. Le llevó al dormitorio para depositarle sobre la cama sin parar de besar su cuello en el camino.