05.

354 31 49
                                    

- ¿Cuánto tiempo más vas a esperar, Claude? – El pelirrojo levantó la mirada – Llevas casi dos semanas aquí sin hablar con Bryce, a este paso le va a dar algo.

- Lo sé, lo sé… Esta noche será el momento – El rubio suspiró antes de mirarle.

- Espero que esto funcione, odio verte todos los días con esa cara de muerto desenamorado – Claude rió levemente antes de dejar un pequeño golpe en el brazo de Ethan.

El día pasó demasiado lento para él, pero por fin llegó la noche. Caminó nervioso hasta el edificio y subió hasta el apartamento, pudo sentir su mano temblar levemente al llamar al timbre.

Se extrañó al ver que Bryce no abría la puerta, así que después de llamar al timbre un par de veces más cogió sus llaves y entró.

- ¿Bryce? – Ver todas las luces apagadas le confirmó que el albino no estaba en casa, él sonrió – Tengo una idea.

Se escondió y esperó a que Bryce llegara, no tardó mucho. Pensó un poco cómo explicarle que estuviese allí escondido, pero una conversación acaparó su atención.

- ¡Jordan! – El repentino grito le sobresaltó – Dios mío, no te vas a creer lo que ha pasado…. No, no estoy exagerando. Jordan, me he enrollado con Chris – Tras decir eso, el albino se encerró en la habitación haciendo que reinase el silencio.

Aquellas palabras resonaban en la cabeza de Claude una y otra vez. No esperaba que el albino hubiese aprovechado su ausencia para irse con otro, era lo último que había imaginado.

Salió de su escondite y miró con cierta tristeza la pequeña caja azul en su mano. Suspiró antes de lanzarla a una esquina de la habitación y salir del apartamento, ya no tenía nada que hacer allí, todo se había terminado.

- ¿¡Cómo que te has enrollado con el jefe!? – La voz de Jordan sonaba incrédula, Bryce no dejaba de ver su reflejo frustrado en el espejo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- ¿¡Cómo que te has enrollado con el jefe!? – La voz de Jordan sonaba incrédula, Bryce no dejaba de ver su reflejo frustrado en el espejo.

- ¡Lo que oyes! Maldita sea, no tenía que haber ido a esa fiesta, no sabiendo que él iba a estar allí… - Se dejó caer sobre su cama temblando – Mierda, solo espero que Claude no estuviese allí.

- Bryce, cálmate. Estabas borracho, dudo mucho que fueses consciente de lo que estabas haciendo – La frustración fue dejando paso a una pequeña ira.

- ¡Jordan, acabo de engañar a Claude, y además con nuestro jefe! – Suspiró sintiendo ganas de llorar - Las cosas no podrían ir a peor…

- Relájate. Voy a llamar a Xavier, en unos 10 o 15 minutos estamos ahí, intenta no cargarte algo, sé cómo eres – Tras decir eso, la llamada se cortó.

El albino salió de su habitación sintiendo un nudo en la garganta. Había tratado por todos los medios controlarse con el alcohol para evitar cualquier tontería, pero al final se le había ido de las manos.

El día en que discutió con el pelirrojo se repetía en su mente una y otra vez. Le había echado porque le había engañado, y ahora él había hecho lo mismo. Si antes era el peor novio de la historia, ahora ya no sabía qué título ponerse para superar eso.

Miró su reflejo en el espejo del pasillo. Su mano tembló al ver la pequeña marca rojiza bajo su clavícula, estaba demasiado nervioso, empezaba a recordar. Cada vez que se miraba podía recordar todo: cada caricia, cada beso, cada movimiento… era horrible.

Se sentía enfadado consigo mismo, alguien más aparte de Claude había tocado y besado su piel e incluso había cruzado límites que nadie debía sobrepasar, y él no había hecho nada para evitarlo.

Terminó por lanzar lo primero que tuvo a mano contra el espejo rompiéndolo en mil pedazos, no quería ver su reflejo, no quería recordar lo que había pasado.

Se sentó sobre el sofá intentando calmarse, pero un pequeño objeto en una esquina llamó su atención, era una caja azul. La recogió algo confuso y la abrió, dentro tenía un pequeño colgante blanco junto a un copo de nieve del mismo color con algunas partes azules.

Observó el accesorio algo confuso hasta que un recuerdo volvió a su mente haciendo que sus ojos se humedeciesen.

- ¡Claude mira, es precioso! – El albino no apartaba su mirada de un pequeño colgante en la vitrina de un escaparate.

- ¿Te gusta? – Bryce asintió escuchando la pequeña risa de Claude.

- Es súper bonito, pero también es muy caro… Cuesta casi 100€, que pena que no pueda comprarlo – Los brazos del pelirrojo le rodearon antes de dejar un beso sobre su mejilla.

- Tranquilo, seguro que al final consigues comprarlo – El chico sonrió antes de abrazar a su pareja, siempre sabía cómo animarle.

Sin duda era el mismo colgante. Que aquel accesorio estuviese allí solo significaba una cosa: Claude había estado en el apartamento.

MALDITO ERROR ;; Inazuma Eleven ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora