bad stories ; frerard

vendetta

gerard era el jefe y como jefe podía ver porno en su despacho y nadie podía decirle nada. como todas las mañanas cuando no tenía nada que hacer abrió su página de porno gay favorita. iba a elegir un video al azar, pero algo le llamó la atención. en uno de los banners laterales en los que solían anunciar páginas relacionadas con el mundo del porno se anunciaba una página de sugar babies, gerard sabía lo que era y aunque personalmente nunca pensó en pagar a un chico para consentirlo. aun así hizo click en el anuncio, fue redirigido a una pagina donde pedían un registro. gerard con sonrisa ladina se registró y puso su ciudad para reducir el círculo de búsqueda. bajando por la página se encontró a varios chicos bastante bonitos y jóvenes, muchos universitarios, pero un chico le llamó la atención. no era para nada universitario, es mas tenia su edad, pero entre su cara bonita y su baja estatura aparentaba bastante menos. gerard lo conocía de mas, frank le había molestado cientos de veces en los años del instituto. abrió el perfil de frank y le dio a enviar mensaje.

"hola precioso, ¿crees que podríamos conocernos?" gerard había mandado un mensaje simple.

"pues depende, ni siquiera me has dicho tu nombre, papi" la espera de gerard se hizo corta porque frank no tardó ni un minuto en contestar.

"perdon bebe, soy nuevo en este rol y no se muy bien cómo hablarte. mi nombre es gerard"

"yo soy frank. ¿que tienes para ofrecerme?"

'"no creo que este sea el lugar para hablar de dinero, pero podríamos conocernos y hablar del contrato"

"eres el único con el que estoy dispuesto a quedar sin que me diga una cifra"

"en el eleven madison park, mañana a las nueve y media. ven bonito" tras este mensaje gerard cerro la pagina tras este mensaje dejando a frank escribiendo un mensaje.

[...]

gerard llegaba tarde a su cita con frank, elegantemente tarde.

-buenas noches, tengo una mesa reservada.

-señor way, su acompañante ya ha llegado.

gerard sonrió ladino detrás del recepcionista del restaurante. hasta que vio la mesa en la que su acompañante dándole vueltas a su copa de vino, había pedido un vino caro.

-buenas noches frank. te he traído un regalo. -hablo gerard al oído de su acompañante, el cual saltó en su sitio. frank giró su cabeza para ver al hombre por el que estaba en ese caro restaurante con un traje alquilado.

gerard se sentó en la silla de enfrente y sonrió a frank mientras buscaba un pequeño paquete en su americana.

-para ti. -saco una pequeña caja morada de terciopelo, mientras frank lo miraba con una ceja levantada.

-ya he pedido vino caro, no puedo aceptarlo.

-por favor, por ir a comprarlo he llegado tarde.

frank sonrió aceptando la caja, estaba sorprendido de que gerard no tuviera 60 años y que encima fuera tan amable. la pequeña caja contenia un anillo negro bastante sencillo.

-es turmalina, se considera una piedra preciosa.

-es muy bonito, pero no puedo aceptarlo.

-si que puedes, es mas vamos a hablar del contrato.

hablar de cifras en una reunion era algo que gerard hacia a diario, aunque no eran frecuentes las cifras sobre sexo. tampoco estaba muy seguro de cómo se hacían los contratos a sugar babies, se decidió inspirar en la película de 50 sombras de grey que había visto con su ex novia.

-¿has tenido algún sugar daddy antes?

-por confidencialidad no te puedo decir nombres, pero si.

-¿y cuánto te pagaban por tus servicios?

-pues depende del dinero del contratante.

-mucho en este caso. -frank arqueo su ceja. -no se me ocurre una buena cantidad que ofrecerte ni un tiempo, pero tengo el contrato más o menos pensado.

-se nota que eres nuevo en esto. creo que la persona que mas me pagó fueron 700 a la semana y estuve con él 5 meses.

-¿podríamos fijar una especie de contrato de prácticas? yo te pagaria 5000 a la semana y si me parece una buena experiencia en un mes de pruebas fijamos un contrato a más largo plazo, sino seria un mes y tu te llevarias 20000.

-me parece algo justo para un novato.

-vale, como quería hablarte de esta propuesta voy a concretar estos datos en el contrato y te lo dejo leer.

gerard sacó una pluma negra y escribió los datos antes hablados con frank en los pequeños huecos que había dejado en blanco para las cifras. cuando acabó de escribir se lo pasó a su acompañante para que lo leyera, junto a la pluma.

-debes marcarlo que estés dispuesto a hacer conmigo, escribir tu nombre y firmar.

frank leyó en silencio el contrato mientras marcaba algunas x. gerard lo miraba mientras bebía vino, parecía que frank estaba dispuesto a hacer muchas de las cosas propuestas, aunque a gerard le interesaba una especialmente. cuando acabo de leerlo y firmarlo se lo devolvió a gerard.

-te voy a dar la dirección de mi casa y tendrás que ir mañana a las 11:30.

frank asintió viendo a gerard levantar la mano para pagar su cena.

[...]

frank había llegado puntual. gerard lo recibió con un vino rosa en su gran salón.

-hoy quiero hacer una cosa para ver tu límite.

gerard se levantó seguido con frank. había transformado una de sus múltiples habitaciones en un cuarto rojo en un tiempo récord.

-ayer en el contrato accediste a ser atado y azotado. voy a darte una palabra de seguridad, puedes elegirla.

-rojo. -respondió seguro frank, ya había sido azotado con látigos con antiguos daddys.

-esta bien. por favor desnudate.

frank se desnudo algo sonrojado. gerard ató las manos de frank con unas esposas acolchadas que estaban conectadas a la pared. quedando frank de cara a la pared y su parte trasera a plena disposición de su nuevo daddy.

-tendrás que hacerte una prueba ets, así que hoy solo haremos esto.

frank asintió. gerard había abierto un pequeño armario para sacar un látigo con 16 cuerdas.

-bueno frank, he comprobado que no te acuerdas de mi. -frank frunció el ceño confundido. -no te acuerdas de la tortura que fue el instituto por culpa tuya y de tus otros amigos. -frank abrió los ojos con sorpresa, ya sabía quien era su nuevo daddy. -verte en la página de sugar babies fue una dulce casualidad y ahora te voy a azotar por cada vez que volví llorando a mi casa por vuestra culpa.

-perdón, éramos niños.

-no quiero tus disculpas quiero azotarte.

gerard dio fuerte con el látigo sobre el culo de frank. frank gimió sonoramente, era una mezcla de dolor y excitación a la que estaba tristemente ya acostumbrado. tras otros 23 latigazos la piel de frank estaba en carne viva, aun asi, gerard arrojo uno más.

-creo que son suficientes por hoy.

a frank se le habían acumulado lágrimas en los ojos y las piernas le temblaban tanto que gerard le tuvo que sujetar para que no cayera al suelo cuando soltó sus muñecas.

-perdoname frank. la venganza es algo irracional por mi parte, pero no lo he podido resistir.

-si hubiera sido yo, ni siquiera hubiera tenido piedad. disculpame tu a mi por ser un capullo de joven.

a gerard se le encogió el corazón tras esa disculpa. le dio un pequeño besito en la cabeza.

-te voy a llevar a la habitación en la que te quedaras y en un momento iré a darte una crema para las heridas. supongo que no quieres vestirte ahora. 

supongo que podria haber puesto más detalles tanto en el restaurante porque no pidieron cena, en el contrato y en las razones de los azotes de gerard pero es que aqui es hora de cenar y hay tortilla de patatas.

os quiere, alex.