Jungkook es contratado por Jin para cuidar al pequeño Min ; pero ¿qué pasa cuando vea que este no es una mascota? Y que va a tener que lidiar con su mal humor y también sus caprichos.
Tendrá que ponerse en los zapatos de Min Yoongi para ser más cer...
Jungkook despertó cuando Yoongi sin querer le dio con el libro al girarse.
—Auch...—Se detuvo y vio al chico a su lado—la boquita abierta...como puedes ser tan lindo.—Dijo con una media sonrisa mientras bostezaba para después estirarse y tomar el libro que el chico había dejado al lado de la almohada.
El lomo de aquel libro estaba estropeado pero sabía de alguien que podría ayudarlo.
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Con ello dicho dio una ultima mirada a Yoongi y se fue a la cocina.
Hizo el desayuno y a tropezones llegó a la sala.
—¿Buenos días Hyung? Ahh, sí. No, el médico dijo que debía estar con reposo, así que no ira a la universidad. Sí, yo me acercaré a pedir sus tareas para la semana. Sí, y lo siento mucho Hyung. Confiaste en mí y...
—¿Jeon Jungkook? ¿Por qué te has ido de mi cama?—Dijo Yoongi acercándose al chico.
—No Hyung, no es lo que parece...yo.—Mientras al otro lado de línea Seokjin estaba exasperado.—No, yo ayer...sí, ahora te paso con Yoongi.
Y así lo hizo, el chico le contó exactamente lo sucedido dejando a Jin más avergonzado por desconfiar de su amigo y con una breve disculpa, colgó.
—Buenos días Yoongi. ¿Cómo te encuentras?
—Me duele la espalda y las piernas.—Dijo el chico.
—Después de desayunar deberías ponerte la pomada que te dieron.
—Pero no llegaré a la espalda.
—Yo te ayudo.—Dijo un poco tímido.—Ten.—Le ofreció un batido de fruta y unas tostadas.
El desayuno había sido algo difícil porque Yoongi quería regresar a la facultad aún en su estado y eso llegó a exasperar a Jungkook que soltó un grito.
—No puedes ir en este estado. Estas lleno de golpes Yoongi. Te quedas en casa. Yo me encargaré de traerte los ejercicios que manden tus profesores.
Yoongi se retiró como chico caprichoso de la mesa y se fue a su habitación donde puso la misma canción instrumental que siempre ponía.
Tras recoger la cocina y dándose cuenta de que se había pasado con el tono de voz fue hasta la habitación del chico.
