Jungkook es contratado por Jin para cuidar al pequeño Min ; pero ¿qué pasa cuando vea que este no es una mascota? Y que va a tener que lidiar con su mal humor y también sus caprichos.
Tendrá que ponerse en los zapatos de Min Yoongi para ser más cer...
Las palabras parecieron quedarse en armonía en la mente de Jungkook.
Después de haber escuchado a su novio hablar, este retomó su lectura. Mientras Jungkook simplemente no podía dejar de pensar en sus palabras.
Dudaba un poco en que lo dicho por Yoongi fuera con la misma connotación que él, aunque a la vez se sentía seguro de si mismo y de las palabras que el pálido había soltado.
Una pregunta que se hubiera hecho si la persona de la que estaba enamorado fuera otra, es que ¿por qué hacía como si no hubiera confesado algo hermoso?
El pálido seguía pasando las páginas de su libro sin inmutarse de la tímida mirada de su pareja.
Pero Yoongi era distinto.
Había dicho lo que tenía en la cabeza y había retomado el libro sin tan siquiera inmutarse.
Yoongi miró que su chico se movía por el jardín sin saber que hacer.
—Hyung tiene una guitarra en el garaje...Sé, por tu instagram que tocas la guitarra.
—Así es...tenía. Mi padre me la rompió cuando me fui de casa.
—¿Podrías tocar algo? Puede ir a por ella.
—Claro...¡será genial! ¡Enseguida vengo!
Con rapidez Yoongi se levantó del sitio para colocar dos sillas de campo en el jardín, sacando el champan y las copas mientras colocaba la pequeña mesa de madera que había en un porche.
Tal y como habían planeado con los amigos de su novio. Jungkook soltó un grito que lo alertó y lo hizo sentarse en la silla.
—¡¡Yoongi!! ¿Qué es esto?—Dijo el chico con la bolsa contenedora de la guitarra, con un lazo rojo satinado y un pequeño papel pegado.
"Jeon Jungkook Hyung :) Mi supernova"
—Es para ti. —Dijo Yoongi dejando brotar una especie de mueca que intentaba ser sonrisa.
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Jungkook se quedó paralizado y se sentó en la hierba al frente de Yoongi.
Estaba abrumado, sorprendido y conmovido.
Era una guitarra negra con sus iniciales a un costado y justo de bajo una pequeña carita feliz.
El regalo era maravilloso, y sabía que por la calidad mostrada habría costado bastante, y aunque estaba sobrecogido por la emoción, lo que más le abrumó fue que Yoongi hubiera tenido ese gesto con él.
